El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social documentó 6 mil 560 protestas en 2021, equivalente a 18 diarias en todo el territorio nacional. Esta cifra representa una disminución de 32% en comparación con el año 2020 cuando se documentaron 9 mil 633.
La Emergencia Humanitaria Compleja persiste en Venezuela, y en este contexto, 74% de las protestas estuvo relacionado a la exigencia de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (Desca). Protagonizadas principalmente por vecinos y trabajadores, denunciando y exigiendo al Estado la garantía de una vida digna, con salarios y empleos de calidad, acceso al agua potable, gas doméstico y un servicio eficiente de electricidad.
Los trabajadores continuaron exigiendo el restablecimiento de las cláusulas de contratos colectivos y beneficios salariales tangibles. Para hacer frente a la dolarización de la economía venezolana con altos índices inflacionarios que pulverizan el simbólico salario mínimo vigente en el país, que se calcula al cambio oficial en 2 dólares mensuales.
Según el informe, durante 2021 fueron reprimidas 107 protestas en todo el país,con saldo de 10 personas heridas, 32 detenidas, 1 asesinada. El estado Lara registró el número más alto de manifestaciones reprimidas, 17 en total.
En 2021 el OVCS cumplió una década de trabajo ininterrumpido en Venezuela, y en este tiempo documentó 92 mil 719 protestas. Los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) fueron la principal exigencia.
Protestas por derechos económicos y sociales lideran el índice
En el año 2021, el OVCS registró 4 mil 853 protestas, equivalente a 74% de todas las documentadas, relacionadas con reclamos por derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (Desca), y las protagonizaron principalmente vecinos y trabajadores.
Estas acciones ciudadanas han visibilizado ante organismos internacionales la inminente necesidad de que el Estado garantice una vida digna, con salarios y empleos de calidad, acceso al agua potable, gas doméstico y un servicio eficiente de electricidad.
Los trabajadores continuaron exigiendo el restablecimiento de las cláusulas de contratos colectivos y beneficios salariales tangibles. Para hacer frente a la dolarización de la economía venezolana con altos índices inflacionarios que pulverizan el simbólico salario mínimo vigente en el país, que se calcula al cambio oficial en 2 dólares mensuales para el momento de cierre del informe.
En el caso de la empresa privada las bonificaciones en dólares han permitido la subsistencia de los trabajadores. Sin embargo, la mayoría de trabajadores venezolanos se dedican a más de una actividad laboral para poder hacer frente a los costos diarios.
El ingreso familiar incluye, en algunos casos, las remesas de familiares que viven y trabajan en el extranjero. Esto constituye un privilegio que no llega a todos los hogares venezolanos. Un aspecto importante en los reclamos por DESCA tiene que ver con las protestas por derecho a la salud, en medio de una Emergencia Humanitaria Compleja y agravada por la llegada de la COVID-19.
Médicos, enfermeras, personas con alguna condición de salud y sus familiares continuaron las exigencias por acondicionamiento y reparación de la infraestructura hospitalaria en el país, la dotación de medicamentos, materiales y equipos necesarios para los tratamientos y la atención de los pacientes. De igual forma, los reclamos salariales del personal de la salud fueron reiterados.
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Con información de El Carabobeño