La Encuesta Nacional de Hospitales, divulgada por la organización Médicos por la Salud, reveló, la severas fallas de servicios básicos que atraviesan los centros de salud. De un total de 40 centros públicos monitoreados por personal médico durante una semana, 70% reportó haber presentado interrupciones en el suministro de agua.
El 24% de los hospitales públicos indicó haber tenido agua entre tres y cinco días a la semana con el apoyo de camiones cisternas; 16% dijo que tuvo acceso al servicio menos de tres días a la semana; y 8% detalló que no hubo suministro de agua ni un solo día entre el 10 y el 16 de noviembre, período en el que los médicos realizaron el monitoreo.
No solo el agua es escasa en los hospitales. También la luz. Pese a ser un servicio básico, 67% de los hospitales reportaron fallas de luz y, como consecuencia de la interrupción de la energía eléctrica, 32% reportó daños y averías en equipos.
Menos de la mitad de los centros de salud monitoreados (42%), que son los principales del país, reportó contar con planta eléctrica en óptimas condiciones. El resto de los hospitales detallaron que las plantas están inoperativas o no funcionan adecuadamente.
La encuesta también mostró el deterioro en el que se encuentran los laboratorios y equipos de la red pública producto de la crisis de salud. Según el sondeo, que se alimenta de la información suministrada por el personal médico, 43% de los laboratorios del país están fuera de servicio y no tienen capacidad para realizar ningún estudio. La falta de reactivos es la principal causa.
Los tomógrafos y equipos resonadores están inoperativos en casi todo el país. “Solo un hospital de toda Venezuela puede prestar este servicio”, detalla la encuesta. Mientras que los 35% de los equipos de rayos X y 42% de los servicios de eco tampoco están en funcionamiento.
“Todos los indicadores han venido empeorando progresivamente desde la publicación de la nueva encuesta en 2014”, indicó el médico infectólogo Julio Castro durante la presentación de la encuesta en la Academia de Medicina.
Medir la escasez
Castro detalló que el segundo boletín de la Encuesta Nacional de Hospitales incorpora a su data las fallas en el suministro de servicios básicos y, adicionalmente, el nivel de desabastecimiento en los quirófanos y salas de emergencia de los centros que conforman la red hospitalaria.
“Se creó un puntaje de desabastecimiento en los servicios de emergencia basados en la disponibilidad de 20 insumos indispensables, como insulina, morfina, esteroides e inhaladores”, detalló el médico. El resultado: el nivel de desabastecimiento de las salas de urgencias de los centros públicos alcanza el 51%.
El nivel de desabastecimiento en los pabellones llegó a 38,14% y contempló la disponibilidad de insumos como equipos de intubación, anestésicos, oxígeno y material desechable para personal.
Castro también detalló que 33% de las camas de la red hospitalaria están inoperativas.
“La situación en los hospitales pequeños es mucho peor. Los hospitales periféricos están más deteriorados”, afirmó Castro. Agregó que los centros de salud en la región andina figuran entre los más afectados, entre ellos el hospital Dr. Emilio Carrillo en Trujillo, donde se registraron fallas de más de 90% en insumos de emergencia.
Otro punto que destacó Castro fue la presencia de conflictividad y violencia en los hospitales. En 62% de los recintos hospitalarios se registraron eventos violentos por agresiones de familiares durante el monitoreo. También en 45% de las instituciones se produjeron robos puertas adentro.
En cuanto a la conflictividad, la mitad de los centros reportaron protestas del personal de enfermería, mientras que 48% reportó manifestaciones del gremio médico.
Con información de Efecto Cocuyo