Los camiones que eran usados para llevar cualquier tipo de carga o animales, ahora pasaron a formar parte del transporte público. Los propietarios de estos vehículos improvisaron butacas y algunos han sido techados y prestan el servicio pese a que no es lo que está contemplado para tal fin.
Nohely Mendoza, habitante de la parroquia Simón Bolívar (Chirgua) del municipio Bejuma y quien desde hace tres años viaja a Valencia a diario por motivos laborales, expresó que la situación del transporte en esta parroquia es “pésima, horrible”.
Mendoza indicó que los único que hay para ir a Chirgua son las pick up o camiones 350, “ya no hay camioneticas, en la línea solo quedan dos Encavas que tienen como prioridad transportar el personal de unas empresas privadas de la zona, si se desocupan temprano, recogen pasajeros en la parada”, detalló la entrevistada.
Dijo que aunado a esto, algunos transportistas no cumplen toda la ruta, a veces en el sector La Mona avisan que solo llegarán hasta la Colonia y la gente que va a Potrerito o la Paredeña, continúan el trayecto a pie. «Es más o menos una media hora de camino”, indicó. Cuando llueve muchos no trabajan porque no tiene techo.
Por su parte Giovanni Ragusa, conductor de la asociación Civil “Los Salvadores de Canoabo”, indicó que luego de que la única línea que prestaba el servicio para esta parroquia dejara de funcionar porque ya no tenían carros, un grupo de habitantes de la zona se unieron para cubrir esta necesidad desde hace dos años.
Dijo que tienen aval de ruta por las Alcaldías de Bejuma y Montalbán, pese a que no poseen el tipo de vehículo adecuado para tal fin, “tenemos permiso por contingencia debido a la situación de transporte”, resaltó.
Falta de transporte
Cinco kilómetros diarios, aproximadamente media hora o un poco más, recorre José Pérez, desde el sector Aguirre, municipio Montalbán, al municipio Bejuma, ¿la causa? La falta de transporte.
Pérez relata que desde hace tres años aproximadamente empezó el caos con las camioneticas, pues repuestos para vehículos no se consiguen y si se consiguen son muy caros, por lo que los dueños de los carros no tenían como repararlos y se fueron parando, explicó el usuario que frecuentemente debe viajar a Bejuma para hacer sus compras, cobrar la pensión y pagar los servicios.
Dice que hubo un tiempo que no había nada de transporte y tenía que caminar largos trayectos hasta que alguien le daba la cola o el autobús de la universidad pasaba y lo lleva. Actualmente hay más vehículos, pero no lo suficiente, además que falta de efectivo es un factor en contra, pues no siempre consigue para pagar el pasaje, según reseñó.
Flota parada
En talleres o estacionamientos se encuentran paradas las antiguas unidades de transporte público, arrumadas a la espera de ser reparadas, gran parte por cauchos.
Freddy Castellano, quien trabaja como chequeador de las rutas de Aguirre y Chirgua, explicó que al menos unas seis Encavas que iban a Aguirre están fuera de servicio por diferentes motivos, actualmente solo funcionan dos, además cuentan con dos camionetas tipo vans, dos pick up, y un transdrácula.
Para Chirgua de 14 camionetas que habían, solo quedan dos, más cuatro Pick up y tres 350. El transdrácula se dañó a los pocos meses de haber sido enviado a la zona, por la Gobernación.
“Los Salvadores de Canoabo”, cuentan con una buseta, dos vans, tres pick up, cuatro 350 y camión Jac. De las más de diez unidades que tenía la extinta línea de Theis, no quedó nada. El transdrácula también se averió.
Parados, en camiones polleros o naranjeros, expuestos a la lluvia o al sol, como dice el refrán “a la buena de Dios”, viajan a diario los habitantes de los Valles Altos de Carabobo, quienes piden a las autoridades con competencia buscar la solución a este problema.
Con información de El Pitazo