Luego de que la semana pasada se venció el decreto de emergencia económica promulgado por el Ejecutivo en enero y prorrogado por dos meses más, el viernes el presidente Nicolás Maduro lo renovó por segunda vez para ³tener a la mano la respuesta a la crisis².

Pero pese a que desde hace cuatro meses tuvo en sus manos la oportunidad de conseguir la respuesta con el estado de excepción, la situación no cambió.

Por el contrario, en este tiempo continuaron las distorsiones de la economía y los venezolanos han seguido padeciendo la escasez, la inflación y la caída del poder adquisitivo, señalan analistas.

Carlos Álvarez, economista de la firma Ecoanalítica, y Juan Pablo Olalquiaga, presidente de Conindustria, coincidieron en que es poco probable que con la extensión del decreto ocurra lo contrario. Sostienen que se sigue partiendo de preceptos equivocados porque no se reconoce la responsabilidad de las políticas económicas, sino que se sigue acusando del deterioro económico a una supuesta guerra económica impulsada por actores nacionales e internacionales que desvían mercancía, acaparan y especulan. Y, a su vez, conspiran para que caigan los precios del petróleo.

Lo que se hizo el gobierno en el marco del decreto fue aprobar recursos sin consultar a los diputados de la Asamblea Nacional; ajustar la unidad tributaria a 177 bolívares; reactivar acuerdos con empresas internacionales como Gold Reserve; decretar miércoles, jueves y viernes como días no laborables por la crisis eléctrica y dejar sin efecto cualquier moción de censura que apruebe el Parlamento.

Garantizar acceso a bienes

Una de las muestras de lo poco eficaz del decreto, indican, es la prevalencia de las largas colas que se forman en las afueras de supermercados, bodegas y cadenas de farmacias. El texto establece en el artículo 1 que se va a asegurar a la población el disfrute pleno de sus derechos y el libre acceso a los bienes y servicios. Sin embargo, en este tiempo las fallas de abastecimiento se han exacerbado. Ecoanalítica reporta que a marzo de este año la escasez llegó a 35%, mientras que en igual mes del año pasado, sin decreto de emergencia, se situó en 25%.

Olalquiaga reiteró que las fallas de abastecimiento continúan porque la disponibilidad de materia prima no ha mejorado. ³A lo largo de estos cuatro meses las empresas han disminuido aún más sus niveles de producción. Por ninguno de los mecanismos cambiarios ha mejorado la asignación de divisas y la deuda con los proveedores internacionales se mantiene en 12 millardos de dólares, dijo.

Mitigar inflación inducida

Otro de los fines del decreto era mitigar los efectos de lo que el gobierno ha llamado ³inflación inducida, y eso tampoco lo ha logrado. Ecoanalítica indica que entre enero y abril de este año la inflación ascendió a 56%. En igual período del año pasado estuvo en 35%.

La medición que hace el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros también muestra la variación en los precios de bienes y servicios. Detalla que en enero la canasta básica llegó a 157.833,30 bolívares, y en marzo de este año (última data disponible) ascendió a 203.943,95 bolívares; es decir, que hubo un aumento de 46.110,65 bolívares o 29%.

Acabar con la especulación

El reporte que mes a mes hace el Cendas demuestra que el objetivo del decreto de acabar con la especulación fue otro fracaso. A pesar de que el gobierno mantiene regulado los precios de alimentos, medicinas, servicios, artículos de higiene personal y de limpieza del hogar, los consumidores se siguen viendo en la obligación de pagar varias veces más para poder adquirir lo que requiere por la escasez.

El Cendas reporta que mientras en enero la diferencia entre los precios controlados y los del mercado era de 1.405,25%, en marzo fue de 1.892,27%.

Frenar el sabotaje en la distribución

El gobierno tampoco ha logrado detener el ³sabotaje a los sistemas de distribución², que era otro de los fines del decreto. Persiste la práctica del bachaqueo o de la compra de productos a precios subsidiados y su reventa con sobreprecio.

La imposibilidad de frenar el llamado sabotaje ha sido reconocida por el presidente Maduro y los demás miembros del gabinete económico. Entre 37% y 40% de los productos que se producen en el país o se importan terminan en cualquier lado, menos en la red de supermercados², aseguró esta semana Miguel Pérez Abad, vicepresidente de Economía Productiva.

Una de las estrategias que han implementado para acabar con el desvío de productos son los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, con los que llevan bolsas de comida a las comunidades. La economista Sary Levy advierte que lejos de mejorar la distribución, funcionan como un mecanismo de control político, racionamiento y fuente de corrupción.

Las Cifras

40% es la caída del poder adquisitivo del salario integral en lo que va de año, según Econométrica

1.892,27% es la diferencia entre los precios controlados y los del mercado, según el Cendas

26.968,50 bolívares aumentó la canasta básica entre febrero y marzo, de acuerdo con el Cendas

Fuente: EL NACIONAL

Fecha: 16/05/16

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