El tradicional anuncio del nuevo salario mínimo llegó un día antes de lo esperado por los trabajadores. Es el segundo del primer semestre de este año y el doceavo de la gestión del presidente Nicolás Maduro. Pero, el clima entre los empleados en su día no era diferente al día anterior. Los cálculos para la compra de sus artículos de primera necesidad son cada vez más difíciles de estimar en base a sus ingresos y no consideran que su situación vaya a cambiar con el 30 por ciento adicional que recibirán en sus remuneraciones.

“15 mil bolívares cuesta un pote de fórmula en Las Pulgas”, asegura Henry Núñez, empleado en un quiosco de pastelitos ubicado en la Terminal de Pasajeros de Maracaibo. Ahora pasará a ganar 15 mil 51 bolívares mensualmente además de 18 mil 585 de bono de alimentación. Su hija nace este mes y ante la escasez de productos para bebés, se prepara para su llegada con comercializaciones informales.

Logra reunir entre 50 y 60 mil bolívares a través de las ventas de teléfonos, cauchos y otros bienes. “Hago más en los dos días libres que en los que trabajo”, asegura. “Ahora todo va a aumentar más, si un pastelito vale 160 ahorita, después va a estar en 300 bolívares, eso lo sabe todo el mundo”. Y es que si bien, en lo que va de año se aumentaron 50 por ciento los salarios, el Fondo Monetario Internacional pronostica que la inflación cierre este año en 720 por ciento.

Alimentación cuesta arriba

La familia de cuatro personas de Jorge Salazar, vendedor informal come en una semana con 30 mil bolívares. Aunque compra en mercados populares, afirma: “Las cosas te cuestan un ojo de la cara”. Un kilo de tomate en Las Pulgas tiene un precio de 800 bolívares, el de carne puede ubicarse entre dos mil y dos mil 300 bolívares y el pollo lo consigue en mil 400 bolívares.

Se volvió cuesta arriba adquirir otros rubros que anteriormente se consideraban esenciales, por lo que los zulianos recurren al mercado negro. El arroz revendido tiene un importe de mil 200 bolívares, el aceite se sitúa en dos mil bolívares y la mayonesa en mil bolívares. Usuarios como Griselda Rivas, trabajadora del seguro social, llega a comprar un kilo de harina de maíz por mil bolívares.

“No es el precio real, pero es la única forma en la que lo consigo”. Para subsistir y mantener a sus dos hijos, une su ingreso de nueve mil bolívares quincenales con el de su esposo y se priva de comprar ropa nueva y productos como la leche. No confía en que su situación cambie con el nuevo incremento: “Eso es un círculo vicioso, aumentan el sueldo, pero todo aumenta otra vez”.

15.051 Bs. es el nuevo salario

18.585 Bs. es el nuevo bono de alimentación

142.853,20 Bs. es el precio de la canasta alimentaria

203.943,95 Bs. es el precio de la canasta básica familiar

Fuente: DIARIO LA VERDAD

Fecha: 02/05/16

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