El parque automotor del transporte urbano en Lara se encuentra envejecido, las unidades que circulan en la calle datan desde el año 1966 hasta el 2015, pues adquirir una buseta con un modelo más nuevo es una tarea casi imposible debido a lo costosas que son, por lo que a los conductores les ha tocado hacer maromas para poder mantener sus unidades en las calles, convirtiéndose en mecánicos, tapiceros y hasta latoneros.
Desde los diferentes sindicatos de transporte en la entidad, aseguran que las unidades que se mantienen operativas en la calle están bastante deterioradas, debido a que el tiempo útil de las mismas es de hasta 10 años, pero en su mayoría ya sobrepasan los 20, lo que ocasiona que el transportista tenga más gastos, ya que estas suelen accidentarse porque los repuestos originales que necesitan no se consiguen en las tiendas de repuestos.
Y es que subir a una unidad de transporte implica encontrarse con un amasijo de chatarra. Butacas sin espaldar, carrocería oxidada, vidrios partidos, tubos de escape que expulsan tanto humo que pareciera que están fumigando, y por si fuera poco, en algunas el piso presenta huecos que se ve el asfalto, sin mencionar que todos los pasajeros bajan con el olor a gasolina impregnado en la ropa.
La cifra de busetas activas que maneja Fontur en la entidad, es de 7500 unidades, de las cuales 5625 son de vieja data, es decir, un 75% del total de la flota.
«Son muy pocas las unidades de transporte nuevas que hay en la entidad, los más nuevos son los Yutong y algunas Encava, al menos un 75% de las unidades que registra Fontur son viejas, los transportistas han hecho un gran esfuerzo para mantenerlas en las calles, sobre todo por las averías que se presentan en autopartes», dijo Víctor Reyes, presidente del Sindicato Bolivariano de Transporte del estado Lara y vicepresidente de la Federación Bolivariana del Transporte en Venezuela.
Carlos Arroyo, presidente de Sintracor, explica que las unidades de transporte urbano en su mayoría son adquiridas por los choferes del terminal de pasajeros, quienes al considerar que la unidad no está apta para hacer viajes a otros estados, deben venderlas y comprar otras para continuar trabajando. Las más viejas son compradas por conductores que trabajan en la ciudad y que pueden resolver y ser auxiliados si se presenta alguna avería.
«Estas unidades son compradas por el transporte urbano porque no tienen la capacidad de viajar, el último financiamiento que hubo fue el de los Yutong y el de las Encava estándar que se ven mayormente en la Ruta 5», dijo Arroyo, destacando que no hay una zona específica que tenga una mayor cantidad de rutas antiguas, debido a que estas se movilizan en distintos sectores.
Esta situación expuesta por los representantes de los sindicatos es confirmada por los choferes en las calles, quienes aseguran que con la escasez de combustible estas unidades viejas son las más afectadas, ya que tienen un motor grande que consume mucha gasolina y a ellos nunca les llenan el tanque.
«En lo que más se gasta plata es en el motor porque es el que lleva más pela, y además como estos son carros viejos consumen más gasolina», dijo el conductor Jesús Moncada, quien tiene una unidad del año 1968, y quien aseguró que hace años hizo los trámites para obtener un crédito y cambiar su unidad, pero este no fue aprobado.
Geovanny Peroza, presidente del Sindicato Automotor, destacó que actualmente hay más unidades en la calle por las estaciones de servicio que fueron asignadas a los transportistas; sin embargo, el deterioro que tienen estos carros por ser antiguos sigue siendo el mismo.
«Las unidades están muy fatigadas, en su mayoría tienen entre 30 y 40 años, estas son unidades que requieren un mayor mantenimiento porque son antiguas, nos hemos obligado a convertirnos en latoneros, mecánicos, pintores y hasta tapiceros», aseguró.
David Gómez, quien pertenece al sindicato Sintrapel, explicó que para que una unidad preste un servicio de calidad debe ser del año 2008 en adelante. Sobre todo, cuando le toca cubrir rutas hacia otros municipios.
Usuarios afectados
Que el parque automotor urbano esté envejecido no sólo afecta a los conductores, sino a los usuarios, quienes señalan que debería de haber un plan de financiamiento para que las rutas sean reemplazadas por unas más nuevas.
«Las unidades están bastante deterioradas porque son viejas, estas a veces se accidentan y es un peligro para uno como usuario», comentó Luis Giménez, quien aseguró que pese a que en Transbarca tarda, van más seguros.
Choferes no cuentan con un plan de financiamiento
Para reemplazar sus unidades o para repararlas, los transportistas no cuentan con un plan de financiamiento por parte del Gobierno nacional para adquirir baterías, cauchos, aceites y otros insumos que les permita reactivar el 40% de las unidades que se encuentran paralizadas en la entidad.
Antes los conductores contaban con financiamientos y tenían proveedurías, pero estas desde hace dos años no están funcionando.
«Las proveedurías tienen más de dos años que no funcionan, no volvió a llegar ningún insumo, batería ni lubricantes subsidiados a través de la Gran Misión Transporte, los transportistas tenemos que cubrir el mantenimiento para garantizar la funcionalidad de las unidades, y un litro de aceite en la calle está alrededor de $5», dijo Víctor Reyes, presidente del Sindicato Bolivariano, quien detalló que los transportistas que tienen sus unidades paralizadas están haciendo lo posible para ponerlas nuevamente operativas.
Desde que dejaron de funcionar las proveedurías para los transportistas, les es complicado el mantener sus unidades activas debido al alto costo de los repuestos y las pocas vueltas que pueden hacer en el día en comparación con años anteriores cuando había mucho combustible y podían surtir las veces que quisieran en las estaciones de servicio.
«Desde hace dos años se eliminaron las proveedurías, a través de Fontur se estaban haciendo las ferias ‘A Cielo Abierto’, donde se ofrecían algunos insumos», dijo Carlos Arroyo, presidente de Sintracor.
Arroyo destacó que actualmente se encuentran a la espera del funcionamiento de «La Tienda del Transportista», en la cual los conductores podrán ingresar a la plataforma de Fontur y hacer su solicitud del insumo que necesiten para mantener activa su unidad.
Tarifa no mantiene unidades
Transportistas aseguran que las tarifas que tienen actualmente no mantienen las unidades, y aunque esta situación no es nueva y las autoridades están al tanto de la situación, los conductores siguen sin respuestas para fijar una tarifa que convenga al usuario y al chofer. En junio, desde diferentes sindicatos elaboraron una propuesta la cual fue entregada a las autoridades de transporte terrestre, este documento tenía como tema principal conversar sobre el monto del pasaje.
Un transportista necesita de al menos $750 semestral para mantener una unidad activa, este presupuesto incluye cambio de cauchos, pastillas de freno y juego de bandas, a esta cifra se le suman los gastos por cambios de aceite, mantenimiento preventivo, entre otros que pueden elevar el monto a $847.
Con información de La Prensa de Lara