Los municipios foráneos del estado Lara volvieron a la época de la prehistoria, porque los productores del campo deben pagar desde los servicios esenciales para sobrevivir, hasta el combustible o las consultas médicas con parte de sus cosechas, debido a lo devaluado que está el bolívar y la poca confianza que le tienen, a la escasez de efectivo y las fallas en la conexión de internet para hacer transferencias electrónicas.

La Prensa de Lara 

En parroquias como Guarico, Anzoátegui e Hilario Luna y Luna del municipio Morán, desde hace dos años sus habitantes han utilizado el café como método de pago, como ocurría en el siglo XIX cuando este rubro era tan valioso que era considerado casi oro. Luis Artigas, productor cafetalero de la zona, informó que con café llegan a pagar hasta el pasaje del transporte público. «El precio del kilo de café molido cuando no hay cosecha es equivalente al valor de un dólar. Un pasaje desde Guarico hacia Barquisimeto vale tres dólares, es decir se paga con tres kilos de café para ir a la capital de Lara y abastecerse de insumos», explicó.

Estas tres parroquias en Morán son consideradas el triángulo de la montaña, son zonas cafetaleras por excelencia, razón por la que los granos de café mueven la economía. «Aquí la gente intercambia el café por víveres, carne, gasolina y hasta sirve para pagar el servicio de un odontólogo por sacar una muela», comentó Artigas, quien indicó que la gente fija los precios en dólares, pero como también escasean las divisas en efectivo terminan pagando con quintales o bolsitas de café. Cada quintal tiene un peso de 46 kilos con 200 gramos.

Indicó que en temporadas de cosecha, de septiembre a febrero el café se cotiza más barato. «Lo que se conoce como café verde, que es el grano que no ha sido tostado ni molido es valorado en dos dólares el kilo. Lo que quiere decir que con un kilo se pueden pagar dos harinas PAN», soltó.

Pagan con lechugas
En el caso de Sanare, en Andrés Eloy Blanco, la cosecha de lechuga, coliflor, brócoli, papas y café son esenciales para comprar combustible. «La gasolina que se consigue en esta zona es bachaqueada, por lo tanto cobran el litro hasta en dos dólares. Cuando no tenemos flujo de caja para cancelar utilizamos parte de la mercancía que debemos trasladar al Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar), para pagar», relató Alberto Escalona, agricultor.

Comentó que para llenar el tanque de su camión 350 que es de 50 litros, deben despojarse de 10 cestas de lechuga, cuyo valor es de tres dólares cada una, más 10 cestas de brócolí que son vendidas al mismo precio, y sumarle cuatro cajas de coliflor que valen 10 dólares cada una para pagar los 100 dólares que le cuesta ir seguro a Barquisimeto.

El economista Jhon Cisnero, informó que las personas buscan transar o realizar algún intercambio comercial bien sea con dólares o con algún producto, para evitar que las transferencias con moneda nacional pierdan valor muy rápido, y aseguró que el trueque se está aplicando tanto en los municipios más humildes del país como en la capital de la República.

«Aunque el uso del dólar domina las transacciones que se están haciendo en Venezuela, hay comercios que no tienen como dar vuelto en divisas, y terminan entregándole a las personas algún producto a cambio, eso está ocurriendo hasta en Caracas», expresó.

Ganaderos sufren
En el caso del municipio Urdaneta, Alcifredo Reyes, director de la Asociación de Ganaderos, informó que el trueque se impone por las severas restricciones de gasoil y gasolina que han dejado a asentamientos campesinos incomunicados.

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Con información de La Prensa de Lara

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