Del espacio geográfico que hoy comprende la parroquia la Pastora, en Caracas, puede decirse que en él comenzó a registrarse literalmente la historia de la capital de Venezuela. En efecto, en la época de la colonia y para llegar a la ciudad, los conquistadores comenzaron a construir el que se llamó posteriormente “el camino de los españoles” que, desde La Guaira, atravesaba la cadena montañosa Waraira Repano para desembocar precisamente en terrenos ubicados al norte de esta parroquia, en un punto que desde entonces se denominó como Puerta de Caracas.

En La Pastora abunda el modelo de casas de la época colonial que, aunado a diversos sitios históricos, como el primer hospicio que se construyó en Caracas, el museo Arturo Michelena, la bella iglesia e incluso el mural homenaje a José Gregorio Hernández en la esquina donde fue atropellado, le confieren un valor histórico a la par de las más importantes del casco central de la ciudad.

Baches en La Pastora
Sin embargo, el descuido a sus espacios se hace evidentes al momento de traspasar los linderos desde otras áreas de Caracas. La Pastora muestra los típicos problemas que aquejan a otras parroquias, entre ellas las fallas en el alumbrado eléctrico, y la inseguridad y escasez en el suministro de agua, y es este último aspecto el que más aqueja a los vecinos de la localidad.
En la avenida Oeste 9, justamente donde comienza la parroquia y en la que están ubicados sitios como el de la mencionada esquina de José Gregorio Hernández, el museo Arturo Michelena, la esquina de Gobernador y el mercado principal (que antaño fue uno de los primeros cines de Caracas) se encuentra minada por huecos de diferentes formas y dimensiones, varios de los cuales tienen la profundidad suficiente para alcanzar los ductos de agua potable que vierten el líquido a la localidad.

Irregularidad

Debido a la irregularidad en la prestación del suministro de agua, que puede oscilar en intervalos entre tres y cinco días, y cuando se activa puede ser a cualquier hora del día o la noche, los vecinos no tienen certeza alguna para tomar previsiones y abastecerse cuando se hace efectivo.

Esto ha obligado a los habitantes de la comunidad a agruparse en diversas redes sociales para que cualquiera que se dé cuenta pueda avisar que está llegando el agua para que los vecinos tomen sus previsiones.
No obstante, los que viven justamente a los lados de mencionada avenida cuentan con un indicador que no falla desde hace años: Se enteran de que ha llegado el agua cuando por los huecos de la calle sale a borbotones el líquido y en consecuencia la avenida se convierte en un riachuelo donde se pierde el tan anhelado servicio público que tanta hace falta en la capital de la República.

Racionamiento de agua en La Pastora
Andrés Ferreira, quien vive en la zona desde 2001, aseguró a TalCual que la situación con los huecos y el derrame del agua lo ha observado desde que llegó a La Pastora, por lo que considera que el problema tiene al menos 20 años existiendo.
Indicó que la periodicidad en el suministro de agua es tan irregular que no sirve siquiera con un tanque de agua de gran capacidad, pues en ocasiones pasa hasta casi una semana para que vuelva el líquido, por lo que se ve obligado de ir donde algunos de sus familiares que viven en otras zonas cercanas para desde allí cargar recipientes.
En los edificios, que cuentan con tanques, hay un racionamiento permanente de agua porque se llenan los mismos pero como ignoran cuándo volverá el suministro entonces prefieren un gasto mínimo por parte de los habitantes y así asegurar que, aún prolongándose la sequía de las tuberías se pueda contar con algunos minutos del servicio para atender las necesidades básicas.
Ruta accidentada

El mal estado de las vías no es exclusivo de la avenida Oeste 9, en las paralelas que suben hacia la iglesia La Pastora también se observa el mal estado de las vías, que dificultan el tránsito de vehículos, así como de las aceras y por ende el de personas.
Justo en los alrededores de la sede del Registro Civil se observa un agujero de enormes proporciones en la vía, por lo que los conductores de la zona evitan tomar esta vía.
Cocinar con leña
Andrea Martínez, quien vive en la zona cercana al mercado de La Pastora, señaló que el otro problema grave de La Pastora es el del gas doméstico. Relató que, ante la situación de escasez del producto, el gobierno de Nicolás Maduro ordenó entregar la distribución al consejo comunal en 2019, pero hasta ahora las bombonas brillan por su ausencia.

El gas doméstico por tubería llega hasta el final de la parroquia Altagracia, por lo que prácticamente toda La Pastora requiere de las bombonas de gas doméstico. Ante la falta de oferta, los que viven en casas han apelado a cocinar en fogón valiéndose de leña, mientras los que viven en Apartamentos tienen que realizar largos desplazamientos, cargando la bombona al hombro si no poseen carro, para procurarse el bien.
En cuanto al tema del alumbrado eléctrico, Martínez añadió que se acudió al consejo comunal para que reclamara la reposición de bombillos y reparaciones necesarias pero que la respuesta de la Electricidad de Caracas fue que no contaban con bombillos para reponer los dañados.

Recolección de basura
El otro problema serio en la zona es el de la falla en la recolección de basura. Omar Méndez sostuvo que el servicio, aunque experimenta una mejora con respecto a 2019, ya que se logró un convenio con el municipio Sucre para que atendieran también a esta parroquia, la recolección prestada no es suficiente, no es todo lo constante que se requiere y a veces pasa cerca una semana sin que el aseo urbano pase por la zona.
En este sentido, relató que en varias ocasiones ha tenido que llevar bolsas de basura hasta la avenida Baralt para lograr que por allá sean recolectadas, lo que le ha generado conflictos con los vecinos de aquella zona, que tienen sus propios problemas, aunque no tan acentuados, con el tema de la basura.
La Pastora es rica en historia y anécdotas, allí nacieron el artista plástico Carlos Cruz Diez y el excampeón de boxeo “Morocho” Hernández, hay sitios que son patrimonio de la nación y zonas que tienen un inmenso potencial turístico, pero la desidia por parte de las autoridades parecen condenarle a quedar simplemente como una página olvidada de nuestra historia.
Con información de Tal Cual

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