Los testimonios sobre la dolarización de la economía son cada vez más comunes e imperantes, convirtiéndose la moneda estadounidense no solo en la forma de pago sino en la referencia para la colocación de precios en bienes y servicios.
Caminar por las calles del casco central de Maturín implica escuchar en cada conversación “¿en cuánto está el dólar hoy?” o “estos zapatos están en 30 trump.” -modismo que usan los maturineses para referirse al dólar- pese a que esto es una práctica que no está enmarcada en la ley, en Monagas, como en cualquier lugar de Venezuela, se realiza de manera normal.
La dolarización informal no solo ha calado en tiendas físicas, sino también a través de plataformas virtuales, representa un mercado donde la compra y venta de dólares, se ha vuelto la protagonista.
En la capital monaguense la situación en cuanto al dólar se ha vuelto tan común que ya el comerciante no condiciona la forma de pago sino que el cliente ofrece. “Te voy a pagar en dólares, porque no tengo bolívares”, suelen ser los argumentos escuchados.
Es una situación que se ha tornado normal, pero no legal. Los comerciantes plantean su punto de vista, destacan que deben vender a la tasa de dólar del día, porque así compran la mercancía a sus proveedores.
“Nadie va a invertir para perder. Nosotros vendemos a como este el dólar del día. No obligamos a nadie a pagar en dólares, pero siempre nuestra sorpresa es que el mismo cliente decide que esta sea la forma de pago.”
El comerciante adopta esta práctica para no perder en inversión y el ciudadano para que no se desvaloricen sus ahorros.
Sin embargo para quienes no tienen el acceso a divisas destacan que esta situación de dolarización en la ciudad genera estrés.
Ante la hiperinflación que genera una economía inestable, el dólar –aunque no todos tenga acceso a él- representa una forma para que la familia pueda conservar el valor de sus ingresos y para que el comerciante pueda reponer inventarios.
Miguel Veliz, profesor y economista, señala que en Monagas hay una dolarización de facto y los ciudadanos ven los bolívares con cierto recelo, queriéndose deshacer de ellos y convertirlos en una moneda que no pierda la capacidad de compra.
De acuerdo con lo que explica el economista Veliz, parte de los dólares que circulan en el país provienen de las remesas de los venezolanos que están en el exterior. Deja en claro que ya el mercado se maneja es a través de esta moneda y no del bolívar.
“Ya el dólar está en el mercado desplazando irremediablemente al bolívar. Algunas empresas privadas pagan bonos en dólares, nuestra economía está dolarizada, menos el salario de los empleados públicos”.
Veliz precisa que pese a que el dólar ha dado un respiro a la economía venezolana y la mantiene estabilizada; a su juicio el gobierno no dolariza el país porque no cuenta con el dinero suficiente para cancelar la nómina de los empleados públicos.
“El gobierno no tiene la capacidad de pagar su propia nómina (empleados públicos). De dolarizar en Venezuela acabarían con las reservas internacionales” puntualizó.
Con información de Crónica Uno