La Cámara Venezolana de Editores alertó, a través de un comunicado, que debido a las condiciones económicas actuales, a la industria editorial le es imposible garantizar el libre acceso al material cultural y educativo que se produce y distribuye en el país.
La organización, que agrupa a las editoriales de textos escolares, aseguró que editoriales y librerías se han visto forzadas a cerrar operaciones, y las que se han mantenido en actividad se han descapitalizado.
“La alta inflación y el bajo poder adquisitivo se traducen en una (drástica) reducción en la oferta para representantes y estudiantes, y disminuye las posibilidades de empleo en el ramo”, indica el texto.
Aseguran que a través de distintas comunicaciones le han solicitado al sector oficial facilidades para adquirir insumos y libros; además, han pedido reuniones para exponer algunas posibles soluciones, sin embargo, no han recibido respuesta.
Añadieron que la industria editorial es una fuente de trabajo diversificada porque requiere de profesionales de alto nivel como autores, correctores, diagramadores, ilustradores, impresores, promotores, distribuidores, además de la fuerza laboral necesaria para el correcto funcionamiento de las empresas.
El sector genera 2.000 empleos directos y 20.000 indirectos. Al año tiene capacidad para producir y distribuir cerca de 3.000 títulos y más de 20 millones de ejemplares.
“El libro es un bien cultural y educativo que estimula la diversidad de pensamiento y expresión, constituye una herramienta fundamental para elevar la calidad de vida y los estándares educativos. Para garantizar su libre circulación se requieren medidas económicas y sociales urgentes”, destacaron.
Fuente: El Nacional
Fecha: 07 de abril de 2017