Al menos 80 pacientes que se dializan en el Centro de Nefrología IntegralFalcón (Cenifalca), adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) y ubicado en Punto Fijo, estado Falcón, están en riesgo tras el atraso constante de los insumos para hacer las diálisis diarias.

Según sus pacientes, este problema siempre ha estado presente, pero en estos últimos días se ha agravado un poco más, al punto de atrasarse hasta cuatro días por falta de los insumos básicos para conectarse a la máquina.

Edecia Aular, habitante del Centro de Punto Fijo, tiene tres años dializándose en el lugar; asegura que siempre ha habido problemas, pero ahorita la situación es peor. Con lágrimas en los ojos y bastante afectada, pidió apoyo de los empresarios de la ciudad para lograr conseguir los insumos que se necesitan para hacer las diálisis sin que se atrasen. “Necesitamos también que arreglen la planta eléctrica, que está dañada desde hace más de un año por una pieza que no se consigue en el país, y en Punto Fijo se va mucho la luz, por eso también se atrasan las diálisis”.

Argenis Perdomo, paciente renal desde hace cinco años, comentó que desde el pasado viernes no se hacían las diálisis y llegó material para menos de una semana.

“Aquí hay problemas de todo tipo. Ya no hallamos a quién pedirle que se apiade de más de 40 pacientes que hay en cada turno. Necesitamos que los materiales lleguen con regularidad, porque es la vida humana la que está en juego. Le pedimos al Seguro Social que nos diga dónde buscar los insumos y nosotros veremos cómo hacer para buscarlos, pero no podemos seguir en esta situación, que desmejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes, que ya es delicada ante la falta de alimentación adecuada”.

Dijo que de parte de la dirección de Cenifalca les informan que el material viene en camino, pero pasan días y no llega. “Nosotros necesitamos esa ayuda humanitaria, queremos saber cómo inscribirnos para que nos lleguen los materiales que se necesitan para cumplir nuestro tratamiento. La necesitamos o nos vamos a morir”, lamentó.

Aseguró que en su grupo han muerto varias personas. “Los médicos dirán que es por complicaciones de la enfermedad, pero aquí lo que hay es hambre, la gente se está muriendo de hambre y no hay medicamentos. Aquí hace falta todo, aquí hay gente que no tiene ni para comerse una arepita antes de meterse a una máquina”.

Expresó que a pesar de que es paciente renal, sale a trabajar y completa con lo que le envían sus hijos del exterior para poder alimentarse, pero no es fácil cumplir con una dieta tan estricta en un país dolarizado.

El aire acondicionado de la sala de espera no funciona, por lo que deben estar con la puerta abierta y no tienen vigilancia; además el baño para los acompañantes está inoperativo. Solo funciona el que está dentro de la sala de diálisis, que es usado por pacientes y trabajadores.

Con información de El Pitazo.

Ir a la barra de herramientas