En estos momentos salir a ver zapatos, uniformes y útiles escolares es toda una frustración, pues los precios están por las nubes y el salario básico no alcanza ni para un par de zapatos.

Las madres tachirenses expresaron su preocupación, aseguran que muchos niños dejarán de estudiar porque no tendrán uniformes ni podrán alimentarse con esta crisis.

“Los uniformes del año pasado los ajustaré, los acomodaré, mi hija va para un año donde necesita camisa de otro color y me tocará comprarla de segunda mano, igual haré con los útiles”, dijo con enorme sentimiento Darly Chacón.

Señaló que lo que gana no le alcanza para comprar nada nuevo, “no da la base ni mucho menos para ropa y la recreación si es verdad que desapareció”, apuntó.

Para otros la realidad es más dura, Genesis Rojas no cuenta con un trabajo fijo y no podrá comprar nada para que sus hijos asistan a la escuela.

“Les tocará usar los mismos zapatos, yo no puedo comprarles nada, no hay plata”, recalcó Genesis.

La difícil situación económica y la hiperinflación están acabando con las familias venezolanas y con los sueños de los niños quienes año a año esperan con ansias el año escolar, sus nuevos cuadernos, morrales, zapatos , entre otros.

“Yo puedo mandar a mis hijos al colegio porque tuve la oportunidad de ir a Colombia a trabajar unos días y eso me ayuda, igual no alcanza para nada nuevo, usarán los del año pasado y se comprará lo que se pueda”, dijo Darly Merchán.

Salen a ver precios con la esperanza de comprar algunas cosas para completar la lista escolar o los uniformes y llegan con las manos vacías a casa, pues los precios son inalcanzables.

Con información de Caraota Digital

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