Antes de que se confirmaran los primeros casos de coronavirus en Venezuela algunas comunidades de la parroquia Carlos Soublette, en el estado Vargas, padecían por la falta de agua y debían abastecerse con cisternas.
En Montesano, Canaima, Marlboro, Simetaca, El Trébol y La Pedrera, pasan hasta dos meses sin recibir agua por tuberías. Ante la escasez del servicio, vecinos se ven obligados a comprar el agua a cisternas que pueden cobrar entre 7 y 30 dólares.
Van desde siete dólares estadounidenses si se quieren llenar un tanque de 1.000 litros y hasta 30 dólares si necesita reponer 8.000 litros.
“Yo vivo en un apartamento y tengo un tanque cilíndrico, el agua me dura solo una semana y eso porque la rindo, pero desde que estamos en cuarentena ya he gastado 20 dólares por agua, tres veces he tenido que llamar a las cisternas”, afirma Enriqueta León.
Quienes no pueden comprar agua van por las calles y cerros de Montesano con pimpinas sobre los hombros para recoger el líquido en algún chorro o en las laderas del río Curucutí.
No todos pueden pagar cisternas
“Yo no puedo pagar por una cisterna y por eso es que salgo a buscar todos los días agua en el manantial”, asegura Alfosno González, habitante del sector Simetaca.
Desde que inició la cuarentena en Vargas, el pasado 16 de marzo, en el conjunto residencial Ana Victoria II solo ha llegado agua una vez y duró dos horas. “Llenamos el tanque cilíndrico y ni siquiera pudimos lavar la ropa”, cuenta Maritza Landaeta, residente del urbanismo.
Para paliar la escasez que afecta a estos sectores, de manera extraoficial se pudo conocer que el Gobierno regional, envía cisternas de agua a algunas comunidades. Pero estas unidades no son suficientes para abastecer a los miles de residentes.
Quienes no se benefician de la Gobernación, deben pagar entre 7 y 30 dólares. Al cambio del viernes, 3 de abril, eso representaba desde 679 mil hasta 2.910.000 bolívares.
Con información de Efecto Cocuyo