Gran parte del suministro de agua en Caracas está en alto riesgo de insalubridad. La falta de controles de higiene en la red que surte a la ciudad, ejecutada a través de los sistemas Tuy I, II y III, el estado de los camiones cisternas, la proliferación de tomas clandestinas y de empresas de recarga de botellones son factores que, según la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, han incidido en que el acceso al agua en el último año haya entrado en una fase de emergencia sanitaria, debido a la baja calidad del líquido.
La alerta, realizada por la asociación en conjunto con la Sociedad Venezolana de Salud Pública, se basó en un estudio de reciente publicación, elaborado por el Laboratorio de la Planta Experimental de Tratamiento de Agua de la Escuela de Ingeniería Civil, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela.
En el análisis se verificaron 40 puntos de recolección de muestras de acueducto, pertenecientes a la red gestionada por Hidrocapital y 14 de fuentes no convencionales, en las que se tomaron en cuenta camiones cisternas, fuentes de aguas superficiales, lagunas y tomas de agua de manantiales.
“La población carente de agua ha buscado fuentes alternas que resultan peligrosas e inseguras, porque no han sido tratadas para liberarlas de microorganismos y otros contaminantes. No ha sido posible conocer información oficial sobre los indicadores de la calidad del agua que consume la población, obtenida a la salida de las plantas potabilizadoras ni de muestras obtenidas en la red de servicio”, advirtieron ambas organizaciones.
José Félix Oletta, exministro de Salud e integrante de la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, precisó que, por medio del estudio, se constató la presencia de microorganismos que viven en la materia fecal de animales y humanos en 35,29 % de las muestras verificadas entre el 20 de junio y el 8 de julio de 2019.
“Se evidenció la presencia de coliformes fecales, bacterias que sirven de indicador de contaminación fecal, humana o de animales. Esta es una de las pruebas que rutinariamente deben aplicar las empresas hidrológicas. Hay que recordar que este indicador se usa para la verificación de la calidad y para vigilancia epidemiológica del sistema”, destacó.
El médico enfatizó el riesgo epidemiológico que implica la contaminación del agua y su relación con casos de diarrea, que tuvieron un auge a principios de este año; además, insistió en que las fallas en la vigilancia epidemiológica y la falta de publicación de datos sobre las condiciones de salud incumple las Normas de Calidad del Agua Potable.
“Ya en el mes de febrero de 2019 presenciamos una epidemia de diarrea aguda que afectó a miles de personas residentes en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, que causó la muerte de 14 personas”, repasó.
Además, rechazó la poca respuesta que autoridades sanitarias han dado al problema, que ya es un asunto de salud pública por la cantidad de población en riesgo y la falta de alternativas, situación que ha sido advertida por ONG y sociedades médicas desde hace al menos dos años.
Con información de El Pitazo