La escasez de medicamentos no cede terreno y recrudece en el ramo de los antibióticos. La crisis cobra mayor acento en la población infantil, cuyos representantes se enfrentan al déficit de fármacos, antisépticos y broncodilatadores que asedia al mercado en el Área Metopolitana y en el resto del país don de la Federación Farmacéutica de Venezuela reporta 85% de desabastecimiento.
Buena parte de la red de farmacias de la ciudad carece de ciprofloxacina, amoxicilina, sultamicilina y claritromicina, principios prescritos contra infecciones respiratorias y de otra índole. La búsqueda exige sosiego y quietud, coinciden familias afectadas.
Jasmely Chirinos, madre de un pequeño de 7 años, había recorrido siete farmacias el viernes pasado en busca de algún jarabe pediátrica que contuviera amoxicilina con ácido clavulánico, pero no lo encontró. El pequeño presentaba una infección en las vías respiratorias y requería el medicamento con urgencia. «Le pedí al médico que me prescribiera varias opciones, pero no consigo ninguna de las cuatro», dijo en los predios de la farmacia Ferrenquín, en la parroquia Candelaria.
Farmaceutas advierten que la situación se torna compleja para quienes padecen enfermedades crónicas como asma, hipertensión, diabetes y epilepsia. Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica, alerta sobre el cierre de 44 expendios de medicamentos en seis estados, lo que complica aún más la oferta y el acceso a los medicamentos. Agrega que la inflación obliga a los pacientes a invertir 65% de sus ingresos en la compra de sus tratamientos. Los más afectados por la recesión, indica Ceballos, son las droguerías independientes, que representan 85% de los más de 5.300 establecimientos que hay a escala nacional. «En los países desarrollados hay una farmacia por cada 2 mil personas, en Latinoamérica hay una por cada 3 mil y en Venezuela la relación es una por cada 7 mil habitantes», detalla.
A Elizabeth Mosquera, de Altos Mirandinos, la urgencia la llevó a suministrarle amoxicilina en pastillas a su pequeño de 7 años, pero el fármaco le provocó un cuadro de intoxicación. «Necesitaba Fulgram, que tiene amoxicilina con ácido clavulánico, y no lo conseguimos».
La escasez de medicamento incluso ha generado la migración de personas del interior a Caracas, donde acuden para buscar sus tratamientos.
A la demanda de insumos, el Ejecutivo nacional respondió el miércoles pasado con la creación de nuevos cargos sanitario. Se trata de las Autoridades Únicas de Salud oficializadas en cada entidad federal a través del Decreto N° 2.553, publicado en la Gaceta 41.032, de fecha 16 de noviembre de 2016.
El instrumento además modifica el objeto social de la Corporación Nacional de Insumos para la Salud (Consalud), una compañía estatal que fue facultada para comprar, vender, almacenar y distribuir medicamentos, insumos descartables y productos fármacos-químicos. El Gobierno además delegó a Consalud la administración de los cinco almacenes robotizados que hay en el país, para facilitar la distribución de medicina a los hospitales y farmacias públicas y privadas.
A juicio de José Félix Oletta, exministro de Salud, la compañía usurpa competencias inherentes al Ministerio de Salud en la planificación y ejecución de políticas. El gremio farmacéutico se declara en conflicto e insta al Gobierno a sincerar la crisis. «No hay medicamentos en las Farmacias de Alto Costo del IVSS y se les venden por fuera a los pacientes», dijo Ceballos.
FUENTE: EL UNIVERSAL
21-11-2016