Hasta 20 días tarda en llegar una gandola de gasolina a los municipios del páramo merideño. Largas colas, tickes y pimpineros siguen siendo el día a día de los habitantes, quienes deben permanecer en las colas para recargar los tanques de sus vehículos.

Los vecinos del páramo comentaron que han realizado colas de dos y tres días esperando que llegue combustible. Sin embargo, este no ha llegado en la fecha que se les ha notificado.

“Si tenemos suerte gastamos un día entero, pero podríamos pasar hasta tres días haciendo la cola, para poder recargar gasolina. Si queremos viajar, como se ha hecho en varias ocasiones, debemos comprar gasolina en dolares”, dijo Jesús Gil, habitante del municipio Cardenal Quintero. Explicó que usa su vehículo para poder trabajar ya que es el que le permite trasladarse hasta el lugar donde labora.

Por su parte, Carlos Santiago, agricultor del municipio Pueblo Llano, dijo que ha sido difícil trabajar en los últimos meses ya que por obvia razones la gasolina es primordial para mover el vehículo. “Ya que de por sí era difícil trabajar, porque había que hacer cambio de aceite, mantener los cauchos al día o estar pendiente por sí se dañaba algún repuesto y esto ya implicaba un dineral, ahora se le suma la escasez de gasolina”, lamentó Santiago. Puntualizó que en varias ocasiones ha cambiado gasolina por hortalizas.

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