La ciudad demanda la recuperación de sus estructuras arquitectónicas pero se enfrenta al desgaste propio del tiempo, la falta de recursos económicos, y hasta la poca disponibilidad de materiales que permitan su mantenimiento. Es el día a día de quienes habitan en edificios.
«El edificio donde resido fue construido en 1963 y mensualmente tenemos un fondo de reserva de 3.000 bolívares para gastos imprevistos. Recientemente la tubería de uno de los tanques se rompió y tuvimos que cambiarla completa. Entre los materiales y la mano de obra el monto superó los 600.000 bolívares. Debido a ello tuvimos que establecer cuotas extras de 40.000 bolívares, utilizamos todo lo que teníamos en el fondo y fue complicado conseguir todos los materiales. Mantener en buen estado el edificio se nos hace muy difícil», relató Rubén Martínez, habitante del bulevar de El Cafetal.
Sostuvo que pese a los intentos de la junta de condominio de eliminar algunos gastos la escalada de los precios les impide ahorrar. «Solo en luz, aseo, bombillos y pintura gastamos alrededor de 11.000 bolívares y a esto le debemos sumar 12.000 bolívares mensuales que cobra el técnico por hacerle el mantenimiento a los ascensores, más 13.500 de condominio. No quiero imaginar cómo será en otras zonas de la ciudad», dijo.
Trabajos como la impermeabilización de techos se tornan cada vez más cuesta arriba, por el costo de materiales y de la mano de obra.
Para la arquitecto Marianella Genatios resulta lamentable el estado de las estructuras y las superestructuras de la urbe por su avanzado estado de deterioro. «Tenemos edificios en toda la ciudad, unos emblemáticos tanto de interés patrimonial como residencial que hablan también de la evolución arquitectónica y que demandan su correcta atención».
Genatios explica que la situación económica y la escasez de materiales para reparar juegan en contra de su correcto mantenimiento.
Desde 2013 el Gobierno nacional creó la Misión Barrio Tricolor, programa social dirigido a la rehabilitación de infraestructuras, fachadas y trabajos menores, como una estrategia para recuperar algunos espacios. Para Genatios esos planes solo tratan la «arquitectura efímera» y no se involucran el tema prioritario de los servicios dentro de cada edificio, solo se enfocan solo en lo externo.
Alexander González, presidente del Instituto Municipal de Vivienda y Hábitat (Imvih) de la alcaldía de Sucre explicó que actualmente presentan dos programas: uno denominado Plan de Autoconstrucción para sectores populares, que incluye un certificado o subsidio para materiales; y otro dirigido a urbanismos llamado Su Crédito Vecinal, donde se les da un crédito a seis meses por un monto máximo de 500.000 bolívares para solventar una determinada necesidad.
«Espacios comunes, fachadas, reforzar la seguridad o algún proyecto específico son las principales demandas. Siempre que se cumplan los requisitos en 48 horas se le da una respuesta a los vecinos», dijo.
A través del Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda, en la banca pública y privada, se puede obtener un crédito de remodelación de vivienda. Está destinado a solicitantes con ingresos mensuales de hasta 5 salarios mínimos y con plazos de 10 años para pagar.
FUENTE: EL UNIVERSAL
FECHA: 07 DE NOVIEMBRE, 2016