Cada segundo jueves de marzo se conmemora el Día internacional del Riñón, para destacar su importancia dentro del organismo humano. Pero en Venezuela, esta fecha llega sin mucho que celebrar. Entre centros médicos que no realizan trasplantes, escasez de medicinas y mal estado de las máquinas de diálisis, los enfermos renales se las ven “negras”.
Después de un tiempo sin trasplantes de riñón en el país, estas intervenciones se reactivaron en 2016 y, este año, casi todos se han hecho en clínicas privadas. Según Lucila Cárdenas, de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (ONTV), solo se han hecho 3 trasplantes de órganos de cadáveres este año.
La razón es que “las condiciones hospitalarias no han permitido que se hagan trasplantes a personas. Los que no cuentan con los recursos (económicos) no son tomados en cuenta”, dijo Francisco Valencia, de la ONG por los derechos de la salud Codevida.
Además, en las unidades de diálisis faltan los medicamentos para atender a los pacientes. No se consigue Benutrex (un polivítaminico), heparina (anticoagulante), Phoslo (fósforo), cartinina (aminoácido), hierro ni solución. Por esta razón, la Asamblea Nacional aprobó un acuerdo en apoyo a los pacientes renales el 10 de febrero, hace menos de un mes.
Otra arista del problema son los pacientes que ya fueron trasplantados y ahora necesitan tratamiento para que su cuerpo no rechace el nuevo órgano. Algunos medicamentos están desaparecidos del Instituto Venezolano de Seguros Sociales desde hace más de un año, denunció Valencia. Según sus conversaciones con farmacéuticas, desde agosto del año pasado no se hacen órdenes de compra. Temen que en dos meses la ausencia sea total.
De los enfermos que tiene conocimiento Valencia, tres han fallecido por tratamientos interrumpidos. Dos en diciembre y uno en febrero de este año.
“Muchas unidades de diálisis están dializando a los pacientes sin completar el ciclo, por la baja cantidad de máquinas disponibles. Los que ya recibieron el trasplante, tienen graves dificultades para recibir su tratamiento. Venezuela está muy mal”, dijo Valencia.
Cárdenas también denunció la grave situación de los pacientes miembros de su organización. “La situación está muy difícil. Es imposible tapar el sol con un dedo. Hay fallas en todos los medicamentos e insumos, mucha gente no se está dializando y de quienes deberían hacerlo dos o tres veces, hay que lo está haciendo solo una vez. Falta la heparina, los filtros para las máquinas, las mallas para la diálisis peritoneal…”, relató.
Precisamente por un problema en el filtro y falta de mantenimiento, nueve pacientes de diálisis del J. M. de los Ríos fueron diagnosticados con la bacteria estafilococo el mes pasado. Según las cifras que maneja Cárdenas, en el Hospital de Niños hay entre 44 y 46 pacientes renales hospitalizados, en diálisis o esperando operación.
Cárdenas, además, resalta la importancia de que todos los venezolanos dejen claro que desean ser donadores de órganos al fallecer, para que así los familiares puedan tomar la decisión en caso de tener muerte cerebral. “Así se pueden salvar vidas”, enfatizó.
Fuente: Efecto Cocuyo
Fecha: 08 de marzo de 2017