La primera semana de flexibilización de la cuarentena en Venezuela llegó en los días con mayor cantidad de casos de COVID-19 en el país. El coronavirus continúa su circulación en paralelo con la reactivación de bancos y colas en las estaciones de gasolina durante la aplicación del llamado plan “5 por 10”, cinco días de trabajo y diez días de confinamiento. Pero mientras se evalúa la eficacia del plan, la recomendación es la misma: mantener y reforzar las medidas de protección.

“Esta flexibilización no va a hacer que salgamos a las calles sin el uso de las protecciones sanitarias. Tenemos que reforzarlas e insistir en que, independientemente de esa flexibilización que busca restituir un poco la frágil economía del país, tenemos que aplicar las medidas de protección”, explica Blanca Márquez, epidemióloga y profesora del Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina Luis Razetti de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Continuar el frecuente lavado de manos, mantener y enseñar el uso adecuado del tapaboca y practicar el distanciamiento físico son cruciales mientras se estudia el desarrollo de la epidemia y la viabilidad del plan de flexibilización, indica.

Advierte que Venezuela puede ser uno de los últimos países de Latinoamérica en registrar el auge de la ola de su epidemia, y las razones pueden ser la instauración temprana de la cuarentena y algunas condiciones como la disminución de la movilidad por falta de gasolina.

“La cuarentena fue buena, pero lo que hizo fue distanciarnos en el tiempo, dar un intérvalo para que aparecieran los casos. Muy probablemente si la cuarentena no se daba, hubiéramos tenido más casos en marzo y abril y quizás estuviéramos ahorita pasando ya la ola, pero la ola de nosotros no ha llegado, está comenzando“, agrega.

Todos pueden tener el virus

Según la epidemióloga, en los próximos días el país debe revisar si es realmente efectivo el modelo 5 x 10, aplicado inicialmente en países como Israel y basado en el período de incubación del virus, que en el caso del SARS-CoV-2 puede durar 14 días. Es el lapso que transcurre desde que la persona estuvo expuesta al virus hasta la presentación del primer síntoma de la enfermedad, pues comprende el período de latencia (desde la exposición hasta la posibilidad transmisión) y el período infeccioso (lapso en el que la persona puede transmitir la enfermedad).

“En este momento sigue siendo vital el uso del tapabocas y ese tapabocas tienen que cubrir la nariz y la boca. Por la nariz y la boca salen las secreciones y con las secreciones puede salir el virus. Tenemos que asumir que cada uno de nosotros pudiéramos estar infectados con el virus. Tengo que protegerme y tengo que proteger a las personas que están a mi alrededor”, expresa Márquez.

Para la profesora de la Facultad de Medicina de la UCV, la clave en los días venideros está en incrementar la educación para la salud, a través de una buena promoción, y en mantener las medidas de higiene y protección contra el coronavirus.

“La flexibilización es como cuando uno estaba en preescolar y sonaba el timbre y salía corriendo para ir al recreo. Ahorita sonó el timbre para que la gente salga a la calle”, dice. “La flexibilización da la oportunidad de salir, pero tenemos que salir resguardados porque el virus sigue por allí”.

Con información de Efecto Cocuyo

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