Con una producción que ronda los 97 mil barriles de petróleo por día (el equivalente a 6.402.000 litros de gasolina), Pdvsa hace un inútil esfuerzo por cubrir la demanda de combustible en el país, pero la realidad es que el 40% de la producción; es decir, 3.841.200 litros se quedan en Caracas, mientras que el resto (167.008 litros) son distribuidos entre los 23 estados del país.
Este déficit de combustible para cubrir la demanda nacional que se ubica en un 60%, ha hecho que las colas por gasolina se hayan triplicado en el interior del país y que incluso en la capital ya se dejan ver algunas largas colas que fluyen un poco más rápido.
Rafael Quiroz, economista petrolero, explica que esta situación es una clara demostración de la ineficiencia en la industria petrolera que ha tenido el gobierno bolivariano y que además deja al descubierto la improvisación en el manejo de Pdvsa por funcionarios como el actual ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, quien prometió acabar con las colas de gasolina a finales de junio pues, según aseguró Pdvsa produciría la gasolina que el país requiere.
Quiroz sostiene que mientras Pdvsa incrementa levemente su producción de crudo, las cuatro refinerías más grande del país: Amuay, Cardón, Puerto La Cruz y El Palito, además de la minirefinería Bajo Grande del Complejo Refinador de Paraguaná, donde se produce el gasoil, diésel y gasolina que mueve a la economía nacional, están colapsadas o paralizadas completamente por falta de mantenimiento, personal calificado y obsolescencia. Sin aspaviento argumenta que «el desabastecimiento de combustible llegó para quedarse en Venezuela», y que el ministro El Aissami habla con irresponsabilidad, «desde una ignorancia tremenda en materia de hidrocarburos».
Punta Cardón, que era la que refinaba mayor cantidad de petróleo, lleva más de dos semanas paralizada. «En promedio, esta refinería ha tenido en el último año 14 accidentes, alrededor de uno por mes. Esto es inexplicable porque son accidentes como incendios en alguna sala de máquina, en los terminales de almacenamiento, las plantas de alquilatos, vibraciones o derrames, que en otras refinerías del mundo no se registran o se solucionan rápidamente», expresó.
Iván Freites, secretario de la Federación Unitaria de Trabajadores, informó que la principal falla que registra Punta Cardón es en su planta catalítica. «Está paralizada desde mayo de 2021 y no la han podido arrancar. Intentaron arrancarla hace dos semanas, se dieron cuenta que la gasolina salía fuera de especificación, de color oscura no apta para la venta», resaltó.
Rafael Quiroz precisó que El Palito, en Puerto Cabello, está en mantenimiento por lo que no aporta nada a la producción nacional. Amuay, en Falcón, funciona de manera intermitente. Bajo Grande, en Zulia, sólo aporta siete mil b/d de combustible y Puerto La Cruz, en Anzoátegui, se mantiene activa, pero su operatividad no alcanza el 50% . «La producción de combustible ronda los 97 mil b/d. El parque automotor demanda 225 mil b/d de combustible, hay un déficit de 60%. Sólo la capital de Venezuela consume 38 mil barriles al día, en el resto de los 23 estados se reparten a cuentagotas 59 mil b/d», manifestó.
Afirma que a Venezuela le toca depender de la importación de combustibles terminados. Solamente países como Irán e India están vendiendo combustible a Venezuela, evadiendo las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos contra la estatal Petróleos de Venezuela desde enero de 2019, transportando por vías marítimas más largas y a un precio que puede ser superior al registrado en el mercado internacional.
«No se puede determinar la cantidad de combustible que importa el país, pero todo depende de la constancia que tengan países como Irán. Cabe destacar que no tenemos contratos de importación de gasolina, contratos coyunturales, por lo que el envío de gasoil o gasolina no superan los 30 o 60 días para atender la demanda, ni tampoco el país tiene la seguridad de que el crudo importado le llegue con regularidad», explicó el economista e investigador de petróleo.
Mercado irregular
Alejandro Castro, gerente de Operaciones de la firma Econométrica, indicó que la escasez de combustible es tan grave que ya las colas se dejan ver en las estaciones de servicio de Caracas, aunque en menor magnitud que en el resto del país donde los choferes tardan hasta una semana en una cola para poder surtirse. Esto lo que está ocasionando es que se dispare la venta de gasolina bachaqueada en el mercado ilegal, cuyo precio por litro puede ser de 1,5 dólar, cuando el precio premium legal es 0,50 dólar por litro. Pero algo que se está normalizando en los estados fronterizos es la venta de gasolina colombiana, que ingresa por vías del contrabando, cuando históricamente este tipo de prácticas se daba de Venezuela a Colombia.
«En el Departamentos de Norte de Santander, o Arauca, se transporta ilegalmente el combustible que llega a Apure, Táchira y este escenario también se ve en Zulia, donde en los últimos años se ha acentuado la escasez de combustible. Con las sanciones internacionales a Pdvsa se le ha complicado conseguir tanto diluyentes para la producción de gasolina, como lograr que algún país le venda el producto terminado», comunicó Castro, resaltando que Venezuela tiene una capacidad de refinación de 1.5 millones de barriles de gasolina diarios, pero actualmente el promedio de producción diaria son 50 mil barriles.
Con información de La Prensa de Lara