Estados Unidos acusó a Venezuela de ser una “amenaza” para el mundo durante una reunión en Naciones Unidas, a la que no asistieron Rusia y China en un gesto de respaldo al Gobierno de Nicolás Maduro.
Tras intentar sin éxito el pasado mayo introducir la cuestión en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU, el Gobierno estadounidense organizó este lunes, 13 de noviembre, una reunión informal de este órgano para volver a poner sobre la mesa los abusos de Maduro y la necesidad de una reacción internacional, reseñó Efe.
El movimiento fue calificado como un “acto hostil” por Venezuela que recibió el apoyo de Rusia y China, dos de las potencias permanentes del Consejo de Seguridad, que optaron por boicotear el encuentro.
Frente a la postura de Estados Unidos y sus aliados, Rusia, China y otros países consideran que Venezuela no representa un peligro para la paz y la seguridad internacional y, por tanto, queda fuera del mandato del Consejo de Seguridad.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, denunció que Venezuela es cada vez más “un narcoestado violento” que supone una amenaza para “la región, el hemisferio y el mundo”.
“La situación que se está desarrollando en Venezuela es mucho más que una tragedia humana. La crisis en Venezuela hoy plantea una amenaza directa a la paz y seguridad internacional”, defendió.
Haley puso como ejemplo el impacto que están sufriendo los vecinos que han tenido que acoger a muchos venezolanos como consecuencia de “la violencia y pobreza que el régimen corrupto de Maduro ha impuesto a su gente”.
En la reunión, los miembros del Consejo escucharon varios testimonios sobre la situación en Venezuela, incluido presentado por el coordinador internacional de la ONG Foro Penal, Julio Henríquez, quien denunció el incremento dramático en el número de presos políticos y el uso de la fuerza contra manifestantes.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, calificó de “grave” la situación y recordó que su oficina ha documentado abusos serios por parte de las autoridades durante las protestas de este año.
“Si no se toman pasos para hacer frente a las serias violaciones de los derechos humanos en Venezuela, estoy muy preocupado por el negativo efecto desestabilizador que puede tener en el conjunto de la región”, dijo Zeid.
El más duro fue el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien pidió medidas contra el Ejecutivo venezolano y se refirió a él como una “dictadura” y como un “esquema criminal con vínculos con el narcotráfico”.
“La muerte, la pobreza y el sufrimiento son responsabilidad directa de este Gobierno, de su ineficiencia, de sus actividades criminales y de su corrupción”, recalcó.
Almagro defendió que ningún país “puede ignorar lo que está sucediendo en Venezuela” ni ser “complaciente con la violación sistemática de los derechos humanos”.
“No existe argumento político, jurídico o económico que justifique ir de la mano de los asesinos y de los torturadores”, subrayó.
Haley criticó la ausencia de varias delegaciones en la reunión y la atribuyó a la “presión” del Gobierno venezolano.
Publicado por El Universal
14 de noviembre de 2017