En 2010 el gobierno empeoró la escasez de insumos para los agroproductores y ganaderos con el decreto de adquisición forzosa de la empresa Agroisleña. Productores agropecuarios aseguraron que cuando la compañía privada se encargaba de la importación y comercialización de insumos, maquinarias y repuestos se garantizaba la disponibilidad oportuna, diversa, asequible y de calidad.

Antes de que el presidente Hugo Chávez anunciara la expropiación en su programa Aló, presidente número 364, con el argumento de que «ahora pasa a ser propiedad del poder popular» porque iban a acelerar la revolución agraria, la empresa suministraba 70% de los insumos a los productores agrícolas y daba financiamiento directo a más de 18.000 agricultores.

La estatización de Agroisleña significó la destrucción de un sistema efectivo de distribución y comercialización de agroinsumos, que no ha podido ser sustituido por el Estado, afirmó el presidente de Fedenaga, Carlos Albornoz. Se redujeron o casi desaparecieron los créditos y la asistencia técnica que    ofrecían.

El vicepresidente de Fedeagro, Aquiles Hopkins, alertó que la oferta casi inexistente de insumos ha generado que la producción de todos los rubros agrícolas haya descendido 50% con respecto a 2015 y, apenas, satisface entre 10% y 20% del consumo nacional.

Productores de maíz, arroz, caña de azúcar, yuca y plátano del estado  Portuguesa expresaron que con Agroisleña todo emprendedor tenía oportunidad de adquirir lo necesario para su siembra a crédito o de contado, por lo general conseguía los productos demandados con solo acudir a cualquiera de las agrotiendas.

Seis años después de la expropiación de Agroisleña, el abastecimiento de materia prima para el sector agrícola y pecuario está monopolizado por Agropatria, que no ha logrado satisfacer la demanda de los productores, agregaron.

Hopkins aseguró que la escasez de insumos para la producción alcanza 95%. Indicó que en 2015 Agropatria abastecía 20% de los agroquímicos, insumos, herbicidas, fungicidas y fertilizantes necesarios para la siembra y este año bajó a 5%. Les faltan requerimientos tan básicos como las semillas. Si les entregan los insumos es a destiempo y en cantidades insuficientes. «Las necesidades de agroinsumos de las fincas no se corresponden con la limitada oferta estatal».

El presidente de Fedenaga destacó: «Ni los animales ni la agricultura pueden esperar por las decisiones gubernamentales ni por la discrecionalidad de los funcionarios». Informó que falta alimento concentrado, productos para el control sanitario, alambre de púas, vacunas y medicina veterinaria, lo cual calificó de muy grave porque podría devenir en una emergencia sanitaria.

Con la estatización de Agroisleña y la restringida oferta de insumos de Agropatria también aumentaron los costos de producción porque los productores para resolver la escasez de insumos recurren a un mercado que funciona a tasa de cambio libre, dijo Albornoz.

La atención es un privilegio. Los productores agrupados en asociaciones denunciaron que aun con todos los documentos en regla para adquirir algún insumo, dependen de la buena voluntad del funcionario que los atienda. Afirmaron que los directivos de sus asociaciones tienen que hacer lobby  con las autoridades de Agropatria para que reciban su solicitud, y los que tienen la suerte de ser atendidos por lo general no obtienen todo lo requerido.

Productores de carne y leche del Sur del Lago de Maracaibo señalaron que otra de las limitantes es el número insuficiente de locales de Agropatria. Ganaderos de los municipios Colón, Jesús María Semprún y Catatumbo en Zulia deben abastecerse en Santa Bárbara, una sede que carece de la capacidad para responder la demanda. También indicaron que les imponen restricciones, pues solo pueden comprar insumos en el municipio donde está situada la finca.

La crisis se agrava

Los problemas del campo empeoraron a raíz de la estatización de Agroisleña. La situación fue una de las causantes de la fuerte escasez de carne, aseguró el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Carlos Albornoz, quien cree que las expectativas no son buenas y la crisis se agravará porque no se hace nada para que las cosas cambien.

Añadió que las políticas erradas del gobierno ocasionaron que el consumo per cápita de carne descendiera de 14 kilos, que se consumía en el primer trimestre de 2015, a 9 en igual lapso de este año. De acuerdo con cifras de Fedenaga, el déficit en el rebaño de reses para satisfacer la demanda llega a 63,3%. Debería haber 30 millones de reses (una por habitante) y hay solo 11 millones.

FUENTE: EL NACIONAL

Ir a la barra de herramientas