Tres pacientes del Hospital Psiquiátrico  El Pampero de Barquisimeto han fallecido en el año 2016 por desnutrición, según información aportada por los médicos del centro. Audelina López, José Castro y Gabriel Montilla padecieron progresivamente los efectos de una alimentación deficiente, que sumado a la patología existente, empeoró su condición y los conllevó a la muerte.

La institución está encargada de velar por la alimentación de los 62 pacientes hospitalizados: desayuno, almuerzo, cena y dos meriendas, sin embargo, ante la falta de azúcar y leche, las meriendas se eliminaron en enero.

En cada comida los pacientes manifiestan quedar con hambre, siempre piden más, sin embargo, la dotación de alimentos que reciben semanalmente, cada vez es más insuficiente. Debido a esto, el personal ha tenido que ingeniársela para que alcance para todos.

Las porciones son escasas, un vaso de fororo hecho con agua para el desayuno, sopa de auyama al mediodía y huevos revueltos con vegetales para la cena, que se sirve a las 4:30 de la tarde. Los hospitalizados no vuelven a comer hasta el día siguiente, esperando tener un desayuno más completo.

Sorangel Torrealba, asistente de dietética, dijo que es innegable que a nivel nutricional hay deficiencias, pero pese a la crisis, hacen su mejor esfuerzo para preparar los menús variados, cuando sirven pollo y pescado, una sonrisa se les escapa a los pacientes.

No tienen harina de maíz hace mucho tiempo y afortunadamente hace dos semanas recibieron un donativo de pasta, con eso se han abastecido estos días.

Para compensar la baja ingesta de nutrientes, el personal asistencial les prepara un batido de cereal de harina que venden en el Instituto Nacional de Nutrición y las porciones de frutas nunca fallan.

La médico familiar Yormeli Colmenárez  indicó que entre 6 y 7 pacientes tienen desnutrición de moderada a grave, la mayoría son de la tercera edad, pero toda la población hospitalizada ha bajado considerablemente de peso.

La falta de una buena alimentación, sumado a las fallas de medicamentos para tratar la condición, ha hecho que cada día estén más agresivos, se desequilibren y desarrollen crisis agudas, difíciles de manejar.

Sin psiquiatra  y sin medicamentos

Por más insólito que parezca, en el hospital psiquiátrico de Barquisimeto, que era referencia nacional, no hay psiquiatras desde hace más de dos años. Es decir los pacientes no reciben el apoyo del especialista para tratar el trastorno, solo los apoya un médico familiar, tres generales y un internista, quienes aunque saben tratarlos, no tienen estudios específicos en problemas mentales.

Los enfermeros también son insuficientes, aquellos que salen jubilados, no son reemplazados y el puesto se pierde.

Precisamente por la falta de personal capacitado, sumado a otras carencias, en El Pampero no hay cupos para nuevos ingresos, desde enero no reciben ningún paciente, sino que son remitidos a la Unidad Psiquiátrica de Agudos en el Hospital Luis Gómez López.

Otra falla persistente son los fármacos  psicotrópicos y anticonvulsivos. Luis Villegas, asistente administrativo del centro y encargado de las compras, asegura que en todas las droguerías que ha llamado le indican que no hay esos medicamentos en existencia.

Entonces los pacientes no solo están sin médico especialista sino que tampoco reciben el tratamiento farmacológico.

Lo más triste del caso es que la mayoría de ellos no tienen dolientes, son contados los familiares que van al hospital a saber de su pariente, una que otras veces llevan insumos de higiene y algo de comida, pero eso es un acontecimiento extraño.

La mayoría tienen escabiosis

Los insumos de aseo e higiene personal tampoco son suficientes, por medio del personal médico se conoció que al menos 50 pacientes tienen escabiosis (sarna) y es que sólo algunas veces al mes se bañan con jabón y champú.

Aunque la ropa se cambia diariamente, la cantidad de jabón usado es mínima, la lencería está contaminada y es difícil tratar a un paciente porque la enfermedad es extremadamente contagiosa.

El personal de El Pampero se siente en el olvido, le piden a los representantes del Ministerio para la Salud y a la Dirección  Regional de Salud que se acuerden de atender las necesidades de este centro que lucha por la resocialización del paciente mental.

Se triplican las consultas en el psiquiátrico del Luis Gómez López

La Unidad Psiquiátrica de Agudos del Hospital Luis Gómez López, tiene capacidad para tener a 36 pacientes hospitalizados, sin embargo, por la falta de especialistas y el deterioro de las instalaciones debido a los años y al daño ocasionado por los mismos pacientes, sólo ocupan ocho camas.

Pese a la disminución de la capacidad de atención, cada día aumenta el número de pacientes que asiste a consultas, las razones son variadas, aseguró Alecia Nass, directora del centro. Destacó la falta de medicamentos, drogadicción, agresividad y aumento de estrés por situación de crisis del país.

En junio de 2015, la unidad atendió a 411 pacientes, sorpresivamente para la misma fecha de 2016 el número de pacientes se elevó a 1.446, la cifra se triplicó.

“Aquí se tratan, se inyectan y se le indican los cuidados que debe tener en casa sólo se hospitalizan a los pacientes que vienen descompensados, con intensas crisis, muy agresivos o que han intentado hacerse daño” apuntó Nass.

Las hospitalizaciones en esta unidad son por un máximo de quince días.

Otra carencia que tiene el psiquiátrico es el personal de seguridad, puesto que las enfermeras y especialistas en muchos casos no pueden controlar a los pacientes, incluso el personal ha estado en riesgo porque hay quienes han intentado introducir al área armas blancas.

Tampoco hay jabón, bolsas de consorcio, cloro y demás insumos de limpieza. Se apoyan en donaciones de familiares, del Instituto de Rinología y de Ascardio.

La Fundación para la Promoción de la Salud (Fundasalud) hizo reparaciones de baterías de baño, sistema de agua y luz. Pero todavía falta mucho por reparar, desde la impermeabilización del techo, acondicionamiento de las habitaciones y hasta las ventanas cuyos barrotes están doblados porque los hospitalizados intentan escaparse.

Aunque este centro de salud mental sí cuenta con cuatro médicos psiquiatras, dos psicólogos, una trabajadora social y personal de registros y estadísticas, la doctora Alecia Nass también expresó que necesita al menos 15 enfermeras con posgrado en psiquiatría para tener completo el servicios.

FUENTE: EL IMPULSO

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