El Índice de Infelicidad, que se computa sumando la inflación al índice de desempleo, da a Tailandia una puntuación del 1,11 por ciento, la mejor -o menos infeliz- de las 74 economías sondeadas por Bloomberg.
Singapur y Japón la siguen de cerca, con un 1,40 por ciento y un 2,70 por ciento respectivamente. El Reino Unido ocupa el puesto 17 de la lista de países menos infelices, mientras que Estados Unidos se sitúa en la posición número 21. China los sigue de cerca en el puesto número 23.
Al otro lado del espectro se encuentra Venezuela, ya que el desplome de los ingresos procedentes del petróleo ha producido una escasez crónica de alimentos y medicamentos. La inflación se ha disparado al 181 por ciento en el país.
Con un índice de 188,2 por ciento, el país es fácilmente el lugar “más infeliz del mundo”.
A ésta le sigue Bosnia, con un 48,97 por ciento y Sudáfrica, con un 32,90 por ciento.
La tasa de desempleo en Tailandia rondaba el 1 por ciento a finales de junio, mientras que el índice de precios al consumidor aumentó un 0,1 por ciento interanual en julio frente a un incremento del 0,4 por ciento en junio.
No obstante, no son todo rosas y alegrías para esta nación del sudeste asiático. La desaceleración de la inflación, aunque bienvenida por los consumidores, podría ser indicativa de una economía menos saludable.
La desinflación es una señal de que la demanda de productos y servicios es insuficiente para hacer frente a la oferta de una economía, dijo Satoshi Okagawa, analista de mercados mundiales de Sumitomo Mitsui Banking Corp. Ésta anima a los consumidores a retrasar las compras hasta que los productos se abaraten, reduciendo aún más la demanda. En esta espiral deflacionista los sueldos caerán, señaló Okagawa.
FUENTE: BANCA Y NEGOCIOS