Las cifras de covid hablan por sí solas, teniendo al mundo con más de 128 millones de infectados por coronavirus y más de 158 mil venezolanos contagiados, trata de una emergencia que clama por oxígeno y aprieta fuerte con la alta carga viral de la variante brasileña. Esta segunda ola de rebrote registra un 40% de pacientes a nivel nacional y ya satura el servicio privado con clínicas que ocupan el 95% de sus unidades de cuidados intensivos, mientras expertos cuestionan la colaboración a Brasil, cuando se debe asegurar toda la demanda interna.
Solo al mencionar las 14 mil bombonas facilitadas al hermano país, el diputado José Manuel Olivares no critica de tratarse de una colaboración humanitaria, pero señala que en Venezuela se tiene la necesidad imperante. «Es el objetivo político, porque no se hace con los venezolanos. Es una burla con la vida, peor aún con la muerte», señala y lamenta que a un año de pandemia sigue el «desastre» con las pruebas PCR y más de 400 mil casos de infección respiratoria en los últimos 3 meses, que no se reportan como reales.
Cuestiona que se pretenda achacar la culpa del alza de contagios, solo a la variante brasileña, cuando «aquí lo que hubo fue una parranda en Carnaval y una combinación -al estilo de Cantinflas- entre flexible y radical». Califica de improvisación y «politiquerías», cuando aun no hay control con pruebas y no se amplía la capacidad que debería asegurar alrededor de 1.000 a 1.200 camas de cuidados intensivos, pero solo hay 145 operativas.
Huniades Urbina desde la Academia de Medicina, recuerda que algunos centros asistenciales sufren el déficit de cilindros y pocos hospitales cuentan con planta de producción de oxígeno. Cita el ejemplo del hospital J.M de Los Ríos, cuyo proveedor es de Maracay. «No puedes donar, sin verificar que tengas toda la capacidad para surtir acá», criticó y advirtió de la demanda que difícilmente puede cubrir el privado.
Recordó que el venezolano se encuentra en la diatriba de caer en el sistema público, que -por lo general- exige la cobertura del 70% por parte del paciente. Busca la garantía en centros privados, donde se amerita un alto poder adquisitivo y un seguro que cubra la totalidad, de costos a partir de $2 mil diarios, dependiendo de la gravedad del caso.
Saturados
Cuando Germán Cortez, presidente de la Asociación Capital de Clínicas y Hospitales, se refiere al escenario del Distrito Capital, siendo la entidad más golpeada con más de 33 mil infectados, destaca que las áreas de cuidados intensivos de las principales 11 clínicas tienen 95% de ocupación Covid.
Compara dicha emergencia con el pico de la curva entre agosto y septiembre de 2.020, cuando ascendió a 28 mil positivos. Resalta el coletazo de esta segunda ola por rebrote, cuando tienen las camas UCI saturadas. «Hasta la semana final de marzo se contaban con 65 camas en privados», cuenta de las limitantes por falta de espacio físico, equipamiento y lo difícil, que les resulta asegurar el personal especializado. Buscaron ampliar el servicio, pero pocas ofrecieron 1 o 2 cupos adicionales.
No están colapsados, pero sí saturados. «La demanda es bestial», alerta sobre el oxígeno con tratamientos de equipos de elevado flujo. Tienen más pacientes y en su mayoría ameritan de equipos de alta presión antes de intubarse. Pero les preocupa que dependen de un mismo proveedor, ante una extrema contingencia.
Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana (FMV), lamenta que «la salud pública está casi por el suelo, de manera crónica y permanente». Recuerda el discurso oficialista que garantiza dotación, pero hay casos que cuando el equipo médico está en quirófano o en cualquier área de servicio, se evidencia la falta de insumos. Además el 40% es de pacientes Covid de las 6 mil o 7 mil camas en hospitales y alrededor de 1.500 a 2 mil en clínicas.
«El oxígeno es indispensable para pacientes Covid y el Estado debe garantizar su asistencia», recalca de ese vital complemento. «¡Cómo es posible que hasta el 80% de hospitales estén sin agua, ni detergentes!», rezonga de un virus atroz que ha sido manejado por «cifras amañadas» del gobierno, al referirse de la debilidad en los diagnósticos por la falta de pruebas masivas y al alto índice de casos sospechosos con sintomatología, hasta demostrar lo contrario.
Lara cumple ruta de oxígeno
Según Javier Cabrera, autoridad regional de Salud, en la entidad se cumple la ruta del oxígeno y los tres proveedores aseguran más de 300 cilindros diarios a los 19 centinelas de Lara. Trabajan a contrademanda, de acuerdo a lo requerido al consumo por hora en cada centro.
Confirma que aseguran la logística, adecuación de infraestructura y el debido mantenimiento. El consumo es relativo a la evolución de los pacientes y tienen entre los más solicitados a los centinelas hospitales Juan Daza Pereira y Armando Velázquez Mago, cuyo promedio es de alrededor de 60 cilindros en 24 horas.
Aquellos hospitales que no son centinelas reciben oxígeno por cisterna, tales como el Antonio María Pineda, pediátrico Agustín Zubillaga y Pastor Oropeza de Barquisimeto. Explica que la capacidad de una cisterna alcanza para surtir a dos centros de salud público.
El alto consumo es por Covid, cuya demanda puede empezar desde las primeras terapias y extenderse en casos complicados por deficiencia respiratoria. Según Cabrera, no han presentado inconvenientes al respecto y mantienen el monitoreo de todas los centros de salud, considerando la emergencia por la pandemia. Los proveedores despachan las solicitudes diarias y restituyen tanto a los 19 centinelas como el resto de hospitales que lo ameriten. Una medida para evitar colapsar en un plan de contingencia frente a la emergencia por Covid 19.
70% en alquiler o recargas
Un recorrido por varios establecimientos dedicados al alquiler o recargas de bombonas de oxígeno en Barquisimeto arrojó el aumento en alrededor de un 70% de la demanda desde que culminó el asueto de Carnaval 2021. Un servicio que es asumido por aquellos pacientes que reciben atención ambulatoria domiciliaria.
«El movimiento había bajado considerablemente, pero ahora salen hasta 15 bombonas en un día», señaló Marcos Gómez, al tiempo que recordó que es relativo con pacientes cuya saturación es elevada y ameritan hasta 2 bombonas, porque una solo les alcanza para 4 horas. A veces tiene disponible una promoción de todo el servicio por $70.
Asegura que es tan estrecha la relación, que termina en vinculándose con los clientes. «A veces te toma por sorpresa, porque el día anterior hablaste con el paciente vía telefónica y te enteras que no necesitará más el servicio, porque falleció», señala de algunos casos, cuya deficiencia respiratoria es tan grave que les arrebata la vida.
Los precios de las recargas oscilan desde $40 a 60, mientras el alquiler que incluye el regulador puede ser ofrecido entre $100 a 120. Así también lo confirmó Lairis Arrieche, desde un centro de venta de insumos cercano a la avenida Vargas y con atención durante las 24 horas. Se mantienen al pendiente de alguna llamada de emergencia y suministrar las bombonas a tiempo para evitar desenlaces.
Disminuyó uso de bombonas de oxígeno en estado Táchira
En los meses de febrero y marzo se redujo en más del 95% el uso de bombonas oxígeno para pacientes con infecciones respiratorias asociadas al covid-19 en Táchira. La cifra se compara al mes de enero, cuando se disparó en más de 500% la demanda, de acuerdo a información suministrada por las empresas de distribución de estos gases medicinales en la ciudad de San Cristóbal.
Vinicio Guerrero, dueño de ABR Suministro y Servicios Médicos, dijo que desde hace tres semanas, no cuenta con registro de personas que requieran de este servicio, que para la fecha, no supera la atención de cinco personas diarias.
«Hace dos meses, atendíamos diario entre 40 y 50 personas, ahora, este número disminuyó y esperamos que se mantenga así» expresó Guerrero.
A pesar que el país, presenta una segunda oleada del coronavirus, cuentan con un plan de contingencia para enfrentar la problemática del oxígeno de llegar a presentarse como ocurrió semanas atrás.
El propietario de la empresa Simelaca, Ricardo Montoya, recordó que antes podía atender hasta 10 clientes en menos de ocho horas de trabajo, hoy día, uno.
Una bombona tiene seis metros cúbicos, que equivalen a 6 mil litros, y su duración va a depender de acuerdo al grado de la enfermedad que tenga cada paciente. En algunos casos, una persona puede requerir 3 litros por minuto, por lo que un cilindro en una hora, gastará 180 litros, generando un uso de 30 horas.
Otros enfermos, cuyo estado es crítico, requieren mayores niveles de oxígeno para ser tratados, por lo que en un solo día, pueden llegar a usar entre cuatro y cinco cilindros.
Con información de la Prensa de Táchira