Continúan los brotes regionales. Al superar los 130 mil casos detectados, según el reporte de la Comisión Presidencial de la administración de Nicolás Maduro del pasado 7 de febrero de 2021, persisten las señales de focos regionales que siguen sin recibir atención o advertencias especiales como sucedió antes con Nueva Esparta y Zulia.

Destaca Falcón con un aumento de 10% de casos desde el pasado 18 de enero cuando el país alcanzó los 120 mil casos.

Le siguen en crecimiento Mérida con 9,86%; Trujillo con 7,45%; Carabobo con 6,61% y Zulia con 6,5%.

En los últimos 20 días se acumularon 9.672 casos, de los cuales 3.0002 corresponden a estas cinco entidades.

Por su parte, Distrito Capital llegó a 26.231 casos, subiendo sólo 4,4% (por debajo del promedio nacional de 8%) al reportar 1.818 desde el 18 de enero.

Destacan también Lara con 5,93%; Miranda con 5% y Yaracuy con 4,56%.

Aún así no se han declarado focos regionales.

Importados extraños
A partir de la autorización de vuelos internacionales del 2 de noviembre de 2020 desde y hacia Bolivia, Turquía, República Dominicana, Irán, Rusia y México, el patrón de los contagios importados o foráneos ha cambiado de forma curiosa.

Ahora no sólo incluye personas con COVID-19 de estos países sino de terceros de los cuales no se señala cómo llegaron al país a pesar de los controles migratorios de otros países.

Por ejemplo, el 30 de noviembre se reportaron 109 casos importados, de los cuales 52 venían de Colombia y 57 de República Dominicana.

Pero cuando el 13 de diciembre los terminales aéreos internacionales se cerraron con excepción de Turquía, Bolivia, y México, se detuvo casi completamente la llegada de migrantes que regresan caminando o en buses desde Brasil y Colombia.

Entonces entre el 3 de noviembre y el 12 de diciembre, un tiempo de 40 días, se reportaron 1.225 contagiados llegados de Colombia así como 15 de Brasil.

Pero desde el 13 de diciembre al 7 de febrero, cuando pasaron 57 días, apenas 24 de Colombia y 3 de Brasil.

Después del 12 de diciembre siguieron llegando contagiados de otros países sin vuelos directos, incluso muchos días después si se quiere considerar la tardanza de las pruebas.

Por ejemplo, los días 23 y 24 de diciembre se reportaron 13 casos desde España y cinco de Portugal.

El 26 de diciembre seis casos de Ecuador y siete de Curazao mientras al día siguiente un paciente desde Irán y otros siete de Argentina el 30 de diciembre.

El 2021 ha traído sorpresas como contagios llegados de islas caribeñas como Ánguila, Barbados y Turcos y Caicos pero también de Panamá, Irán, República Dominicana y Chile.

Lo que hace dudar de las restricciones de vuelos de los países que conectan con vuelos que vienen a Venezuela o de la conveniencia de mantener aeropuertos abiertos en el país, sobretodo por la diversidad de destinos así como las nuevas cepas que están circulando en Latinoamérica y Europa.

¿Segunda ola de activos?

A Venezuela le tomó 103 días pasar de 55 mil a 110 mil casos, pero para hacer lo mismo entre los 60 a 120 mil el recorrido requirió 127 días y ahora, el paso entre 65 y 130 mil se alargó a 142 días.

Así mismo, la semana que transcurrió entre el 1 y el 7 de febrero se acumularon 3.189 casos, a un promedio diario de 455,6 nuevos contagios. Una semana antes ese promedio fue de 459,8 por jornada y la anterior apenas de 558 al día. Esto podría mostrar una presunta ralentización de casos.

Sin embargo, se observa lo contrario con las estadísticas de recuperados. Para el 18 de enero de 2021 era de 94,1% de pacientes libres del virus y 6.004 activos mientras el 7 de febrero bajó a 93,8% que superaron la enfermedad y 6.802 casos activos.

Esto implica 798 más personas enfermas que tres semanas antes, por lo que oficialmente se reporta una bajada de nuevos casos pero un aumento en personas que no logran superarla, lo que es coherente con el aumento de la mortalidad.

La tendencia en la caída de recuperados inició el 13 de diciembre. Entonces se reportaban 95,4%, presentando desde entonces una tendencia bajista.

Si examinamos el tipo de caso activo, los aumentos se concentran en los casos leves que pasaron de 2.218 a 3.300 mientras los asintomáticos y pre-sintomáticos subieron de 2.912 a 3.118. Por su parte, según los datos arrojados por el ministro de Comunicación Freddy Ñañez, ya que no se brindan en los reportes de Delcy Rodríguez, los críticos descendieron de 110 a 97 mientras los moderados bajaron a 287 desde los 343.

Lo que permite deducir que el aumento de personas no curadas oficialmente son reportadas como casos leves.

Sin certeza sobre las pruebas
Si se toman en cuenta los datos oficialmente reportados sobre las pruebas, sin especificar cuántas son de antígeno, PCR o rápidas, se ve un descenso en el número, lo que hace dudar de la precisión del despistaje con respecto al número de casos reales.

Especialmente después que la Organización Panamericana de la Salud revelara que en noviembre y diciembre de 2020 sólo se han realizado 1.600 pruebas de antígeno de las 340 mil que se entregaron.

En enero se han hecho 235 mil 925 pruebas, según los reportes oficiales, lo que sería una subida importante con respecto al último semestre y por tanto, alcanzando niveles similares a los de julio. De nuevo, sin conocerse cuántas corresponden a qué tipo.

Si lo comparamos con los 13.369 casos reportados, entonces se obtiene una tasa de positividad de 5,66%, que si fuese sólo de PCR y antígenos, implicaría que hay un brote bajo control.

Sin embargo, si comparamos los 3.189 casos de la primera semana de febrero con las 32.712 pruebas reportados entonces esta tasa sube a 9,75%, mostrando entonces un importante repunte.

Sobre todo porque en enero se hicieron 17,7 pruebas por caso y en febrero apenas 10,25. En conclusión, en febrero se encontraron relativamente más positivos haciendo mucho menos pruebas.

Con información de Efecto Cocuyo

 

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