En las últimas semanas las fallas eléctricas se han incrementado y han sido una constante en todas las regiones del país. Bajones de electricidad, apagones y suspensión del servicio por horas, desinversión y poco mantenimiento, son algunos de los problemas que afectan a cientos de venezolanos, quienes temen perder sus electrodomésticos por las recurrentes caídas del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

Efecto Cocuyo 

María Beatríz Rodríguez vive en el sector Montesano, del estado Vargas. Por los cortes de energía su horno microondas se dañó. “La lavadora se me dañó y la tuve que mandar a reparar, ahora no tengo cómo acomodar el microondas porque pagar eso es muy caro”, dice la vecina del Litoral Central.

Estos problemas en el país no son nuevas; desde el año 2010 el servicio eléctrico ha presentado un importante número de averías. Así lo asegura un ingeniero eléctrico de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Conexas (Aviem), quien por seguridad prefiere dejar su nombre bajo anonimato, debido a que teme represalias.

“Básicamente las fallas se deben a la incapacidad operacional del sistema eléctrico nacional para manejar las demandas. Se requieren más megavatios, los usuarios requerimos más megavatios de los que el sistema puede aportar, esto genera cascadas de fallas”, explicó.

Bajones y apagones constantes
Solo durante el momento de redactar y hacer esta entrevista hubo más de cuatros bajones eléctricos en la región sur del estado Aragua.

El ingeniero eléctrico explica que los recientes inconvenientes se traducen en una profundización de todos los aspectos críticos que fueron alertados por los expertos durante diversas oportunidades en el pasado, pero no fueron escuchados por las autoridades.

“Esa situación (de vulnerabilidad en el servicio eléctrico) se ha mantenido, eso no ha cambiado y por eso podemos decir que los aspectos críticos de alertas están dado desde hace 10 años, y en términos específicos se trata de un abandono total y básicamente del mantenimiento, ahorita no se hace trabajo preventivo, lo que se hace es mantenimiento correctivo”, alega.

El representante de Aviem detalla las diferencias entre los dos tipos de mantenimiento, el primero te lleva a tomar acciones previas antes de que ocurra la falla y el correctivo se realiza después que la falla se genera, y es, según su opinión, el que más se realiza en el SEN.

Sin repuestos, recursos ni materiales
El experto señala que el mantenimiento correctivo se realiza sin repuestos, sin equipos, sin recursos materiales y humanos adecuados y calificados para poder reparar los daños del sistema eléctrico.

Según su análisis, el SEN pasa por una profunda desprofesionalización por falta de pago a los trabajadores. Relata que de una nómina de 45 mil empleados, ahora se estima que hay 14 mil; de estos 3 mil son técnicos calificados que van a la calle, a las subestaciones y a las plantas de generación a reparar equipos y reponer servicios.

“Eso da una magnitud clara del problema, tenemos un país de prácticamente un millón de kilómetros cuadrados atendido efectivamente por 3 mil o siendo optimistas, 5 mil personas. A eso hay que sumarle la mediocridad gerencial, que no son formados en el sector eléctrico. Gerentes que son militares, abogados y esos son los que están tomando decisiones en el sector eléctrico apoyado entonces no por técnicos sino por gente que son serviles a sus intereses”, afirma.

Cortes eléctricos pasan factura
Lidia García es ama de casa y las fallas eléctricas le pasan factura casi que diariamente en su lugar de residencia ubicado en Charallave, estado Miranda. “Los apagones son el pan nuestro, y cuando no se va la luz lo que quedan son los bajones, uno tiene que vivir con la nevera desenchufada”, dice la vecina de 60 años, en entrevista telefónica con Efecto Cocuyo.

Para el ingeniero eléctrico el sector está conformado por dos grandes bloques el de generación hidráulica, y el de generación térmica y tienen que trabajar acompasados; uno debe ser complemento del otro. Explica que en los actuales momentos más de 85% de la energía que se consume en Venezuela lo suministra el sector hidráulico.

“El sector petrolero colapsó, no hay suministro de combustible para el sector térmico y este realmente tiene una operación de unos 18 mil megavatios de generación termoeléctrica que deberían estar instalado y que póngale que 80% , este operando, bueno resulta que está operando exclusivamente, no llega al 10% de esa capacidad instalada”, dice el miembro de Aviem.

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Con información de Efecto Cocuyo

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