Las fugas de agua corroen el asfalto y la respuesta tardía de la hidrológica estatal agrava los daños. El racionamiento que ya lleva 30 meses vuelve más endebles los tubos y potencia las roturas en las vías

El deterioro evidente de la carpeta asfáltica de Caracas está potenciado por la cantidad de roturas en las tuberías de distribución de agua. En 4 de las 5 alcaldías de la capital contabilizaron 325 huecos producidos por averías de Hidrocapital: en El Hatillo, 85; 30 en Sucre; 60 en Chacao y 150 en Baruta. De Libertador, que ocupa la mitad de la ciudad no hay datos.

“Ocurre cada vez con más frecuencia porque tenemos una red de tuberías envejecidas”, explica Yuri Medina, directora de la Escuela de Ingeniería Hidráulica de la UCV.

Las averías y sus daños consiguientes al suelo generan grandes retrasos en las vías. En Sucre, el alcalde Carlos Ocariz denunció que se perdían entre 15 y 20 minutos en el tránsito producto de los problemas sin reparar de Hidrocapital.

No solo generan cola. Hace una semana, un grupo de personas atrapó a un delincuente que estaba robando en un autobús y lo lanzó al boquete que abrió Hidrocapital hace más de un mes en la avenida Francisco de Miranda, a la altura de Buena Vista. En la enorme abertura, que ocupa dos de los tres canales, también cayó un jeep y varias motos.

En Baruta tienen un inventario de huecos recurrentes. “Un caso emblemático es la avenida La Guairita, en Cerro Verde. Hay un tubo que se revienta con frecuencia. Donde está el centro comercial Santa Inés hubo un tubo roto durante meses. Le colocamos reconeco (material residual de la escarificación del asfalto) y este año vamos a asfaltar. Lo lógico sería que si se revienta el tubo, Hidrocapital lo reparare, pero también la calle que rompió”, indica Ruperto Calatrava, director de Infraestructura de Baruta. En la entrada de Santa Paula hay un gran hueco causado por la rotura de una tubería. Miles de bolívares se han gastado en repararlo una y otra vez, pero la tubería parece un colador. La alcaldía ha optado por llenarlo de tierra hasta que la hidrológica arregle el problema de fondo.

El agua es un gran enemigo del asfalto. En la avenida Las Acacias de Plaza Venezuela hay un grupo de huecos en el asfalto que desde hace dos años se han convertido en parte del decorado. “Asfaltan cada dos meses y a la semana otra vez están las troneras. Así la tubería esté botando agua echan el asfalto y no arreglan la filtración”, aseguran unos mototaxistas.

“Ni Hidrocapital ni Min Transporte ni las alcaldías tienen capacidad profesional ni operativa. El puente de Guanape es un ejemplo, allí había indicios que anticipaban que se iba a caer. Lo mismo pasa con las tuberías. Una regla de los acueductos es que las fugas de hoy se reparan hoy, porque si se dejan ahí causan más daños. Fuga que no se corrige, invade el terraplén, cede la calzada, el vehículo pasa por encima y termina de romper la vía y el tubo”, aclara el ingeniero José María de Viana, ex presidente de Hidrocapital.

Además, el racionamiento de agua que se ha extendido en la capital por 30 meses hace que las tuberías se queden vacías y que los gases que circulan por ellas afecten la durabilidad del material, apunta Medina.

“En este momento lo que más afecta al pavimento son las aguas blancas. El drenaje superficial funciona de manera deficiente y hace que se produzcan empozamientos o flujos de agua inadecuados en las vías, deteriorando la carpeta asfáltica”, dice la ingeniero hidráulico.

El estudio Análisis de los Servicios de Alcantarillado y Agua Potable de Caracas que realizó el Instituto Metropolitano de Urbanismo encontró que los colectores que se construyeron hace más de tres décadas se quedaron pequeños para la ciudad. Las estructuras para conducir las aguas servidas están obsoletas, por lo que los colectores de las quebradas La Yaguara, Anauco, Chacaíto, Pajarito, Agua de Maíz, Caurimare, Río Valle y Baruta tienen problemas de capacidad, y terminan por dejar sobre los suelos agua que deberían recoger de manera oportuna para evitar daños.

Los expertos apuntan a que se invierta en mantenimiento preventivo y no solo en el correctivo. “En principio las tuberías del Acueducto de Caracas son de excelente calidad, pero han sido sometidas a condiciones extremas. Deberían ser rejuvenecidas por dentro con concreto o plástico, pero eso supone una organización y coordinación especial entre entes que en este momento son incapaces de articular acciones conjuntas”, critica De Viana.

El Nacional intentó contactar a Hidrocapital, pero el personal de prensa indicó que no había ningún vocero disponible.

Fuente: El Nacional

Fecha: 08 de febrero de 2017

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