Trabajadores dicen que una de las dificultades que han enfrentado para adoptar el teletrabajo es la falta de equipos y de herramientas, como una computadora y una silla adecuada con la que puedan cumplir con una jornada laboral de ocho o más.

La pandemia y la cuarentena impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro obligaron a sectores de la economía nacional a implementar de manera rápida el teletrabajo para evitar la propagación del coronavirus pese a la crisis de servicios y a la falta de normas que regulen esta modalidad.

El Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) sostiene que la implementación del teletrabajo en Venezuela resulta casi imposible, pues el país posee una de las peores conexiones a internet del continente. Además, muchos trabajadores no cuentan en casa con equipos aptos ni con espacios confortables para hacer sus tareas. Y por sus pésimos salarios, se les dificulta cubrir estas necesidades por su cuenta.

Según el Inaesin, trabajadores han manifestado que las principales preocupaciones que tienen con respecto a esta nueva modalidad son el desconocimiento y desinformación del manejo de recursos tecnológicos y la falta de equipos y de un espacio de trabajo adecuado en sus hogares, aspectos que precisamente han abordado los gobiernos de otros países de la región.

Esta ausencia de insumos necesarios para el teletrabajo, como sillas ergonómicas, ha generado nuevas enfermedades ocupacionales.

Venezuela también enfrenta un gran obstáculo que dificulta la realización del teletrabajo: las constantes fallas en los servicios de electricidad y telecomunicaciones.

El abogado José Calma, miembro del Inaesin, señala que a pesar de todo lo positivo que tiene el teletrabajo, hay algunos factores que difícilmente los venezolanos podrán sortear por su propia cuenta, como tener una de las peores conexiones a internet del continente. «La situación financiera de muchos no permite que puedan costear por su propia cuenta los implementos necesarios como una silla y una computadora con características necesarias. Sin embargo, las empresas no se pueden permitir asumir este tipo de costos porque ya es difícil para ellas incluso pagar salarios».

De acuerdo con un estudio realizado por el Inaesin en el primer trimestre de 2021 sobre las consecuencias del trabajo remoto en las relaciones laborales y en el movimiento sindical, para el que se realizaron 33 encuestas, 67% de los trabajadores afirmaron que el teletrabajo vulnera la libertad sindical.

El 33% restante consideró que no se veía afectada la libertad sindical sino que se ejercía de mejor manera, consideraron que los trabajadores podrían sentirse más libres, más seguros al exponer sus casos, inquietudes, solicitudes, quejas, acotaciones o propuestas de mejoras a través de una pantalla.

Calma asegura que el teletrabajo ha afectado el ejercicio de la libertad sindical debido a que muchos dirigentes estaban acostumbrados a sus reuniones presenciales, además de que muchos no tienen equipos ni un buen servicio de internet para trasladar estas actividades al mundo digital.

El 94% de los encuestados afirmó que las políticas tomadas por el Estado no son las acertadas y que finalmente perpetúan las acciones del gobierno que van en contra de la libertad sindical y los derechos laborales.

Por otro lado, los entes de protección del trabajador se encuentran cerrados, trayendo como consecuencia que los sindicatos, gremios o trabajadores no afiliados no tengan a dónde acudir para llevar sus reclamos porque la suspensión de actividades incluye a las inspectorías del trabajo y entes jurisdiccionales. «Nos encontramos frente a una desprotección social total para el trabajador».

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Con información de Tal Cual

 

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