Los anuncios económicos generan zozobra entre la población y los representantes de sectores productivos, incluyendo sus trabajadores, quienes a pesar de lo que pueda significar la medida en las finanzas personales, declaran que a la par del ajuste, el país requiere de materias primas.

Rodrigo Agudo, especialista en producción agroalimentaria, manifestó que sin materias primas difícilmente el productor puede llevar sus artículos al mercado y que “el ajuste de precios no solucionaría la problemática, ya que estos no corresponderán a la realidad económica  días después de aplicarse, como consecuencia de la inflación y caída productiva”.  Se trata de un círculo vicioso, manifestó.

Indicó que bajo las condiciones actuales el Estado habría perdido capacidades para solventar la problemática alimentaria del país, razón por lo cual será preciso acudir a un programa de ayuda internacional. De lo contrario será la población venezolana la afectada.

Por su parte, Fernando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), precisó que lo único que se requiere son materias primas y libertad  productiva. Asimismo, citó el caso de Empresas Polar,  lo que también pone en riesgo el trabajo de muchos venezolanos. Acotó que desde hace tres años se han perdido más de 800  mil puestos de trabajo en el país.

-También tenemos trabajadores en la calle, sin ingresos dignos y sin estabilidad económica, por culpa de un Gobierno que se quedó con el dinero, por corrupción, en vez de invertirlo en semillas, en el campo y en materias primas.

Sobre si este es el momento preciso para realizar una sinceración de precios, desde la perspectiva de  ciudadano y sus finanzas, ya que el aumento de estos reducirá su capacidad de compra, Carbone dijo que se trata de un escenario complejo. “Nos parece una falta de respeto con el pueblo, que ya vive de una situación crítica”.

Mencionó que al salir a la calle  al trabajador se le va el sueldo en dos o tres comprar. No obstante,  no se puede justificar lo ocurrido en el bachaqueo y los precios que estos colocan.

-El Gobierno no puede mantenerse en conflicto con las empresas, porque estas generan empleos y  productos que necesita el país. Estas requieren de materia prima,  y dependen de los dólares del Gobierno para su adquisición.

Calificó el actual como un círculo vicioso que es responsabilidad del mismo Gobierno.

 

Rentabilidad de la medida

Sobre si existe intención de rentabilidad en la producción nacional, con el ajuste de los precios,  Agudo expresó que se trata de una  medida que no resuelve la problemática central. “Mientras se calculan y publica en Gaceta Oficial, los precios pasan a ser precios desfasados”, insistió.

Asimismo manifestó que la inflación de Venezuela será de 700% para el presente año.

-Pero el Gobierno cree que con un simple decreto regulará la economía, a gritos o amenazas. No obstante, el escenario económico puede presentar cierta mejoría, cada vez que exista confianza para que los privados produzcan. La confianza no se da con base en la visión de un ministro y sus asesores, surge llamando a los actores económicos y propiciando el entendimiento con estos.

 

“Bachaqueo” como referencia

Ante  el valor que ha tomado la actividad del bachaqueo en la economía venezolana, puesto que en la actualidad ha sido tomado como referencia  para la toma de decisiones  gubernamentales, Carbone   calificó tal situación como lamentable y señaló que el país no cuenta con inventarios ni producción y es esto lo primero a rescatar para recuperar la economía del país.

-Los pocos productos que salen al mercado los tiene el  bachaqueo, agente económico que se formó por culpa del mismo gobierno y la escasez generada por sus medidas… Aquí no se produce ni mueve un kilogramo de alimento si no es con el beneficio del Gobierno.

Insistió que la única manera de que no haya ‘bachaqueo’ es generando  oferta y esta es consecuencia de la confianza, pero “no con agresiones”.

 

Medidas equivocadas

En opinión de Agudo, el Gobierno aborda el problema de manera indebida, “trata la situación como si fuera un dolor de cabeza, con acetaminofén, pero esto es un cáncer”, comentó.

-El tratamiento es equivocado. Venezuela presenta un problema estructural, resultado de un modelo económico equivocado que además se agotó en la media en que también se agotaron los recursos del petróleo y se destruyó el aparato productivo nacional, que hoy no tiene la capacidad para atender a los venezolanos.

Precisó que “la única manera de solventar la presente situación es a través de un cambio de modelo de gobierno”.

Asimismo, acotó que se debe fortalecer el proceso de descentralización  y darle autonomía a las regiones, a fin de evitar que una sola persona  tenga la potestad de modificar o hacer lo necesario para el país.

En tal sentido, comentó que para ello es preciso un acuerdo nacional, a fin de lograr entendimiento  entre el sector privado, la academia y el Estado. De lo contrario  se mantendrá el presente comportamiento económico de incrementos mensuales en precios.

También acotó que es necesario que se acepte que existen entes divergentes.

Por su parte, Carbone expuso que el Gobierno nacional destinó altísimos montos de dinero en la implementación de captahuellas, “recurso que no sirvió para nada y que nos impide como familias, hacer nuestras colas y distribuir de forma equitativa los productos”.

Para el representante de los trabajadores la problemática surge de la errada toma de decisiones.

FUENTE: EL IMPULSO

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