Las guardias están incompletas por falta de personal, esto causa que los bebés pasen hasta 48 horas sin recibir evaluación médica exhaustiva. Durante ese tiempo son evaluados por el pediatra del servicio de emergencia. También se suma la mudanza improvisada de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal a la sala de Pediatría I porque están remodelando la emergencia de niños. La nueva Utin tiene filtraciones en los techos y el aire acondicionado es deficiente.
Valencia. La falta de personal médico y la mudanza sin previo aviso de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal (Utin) en la Ciudad Hospitalaria doctor Enrique Tejera, conocida como Chet, cobró la vida de dos recién nacidos. En esta área permanecen aún siete bebés hospitalizados.
El miércoles 30 de septiembre las autoridades hospitalarias iniciaron la mudanza de la Utin a la Sala de Pediatría I, porque utilizarían estos espacios para ubicar la emergencia de niños temporalmente mientras la otra es remodelada. Los padres de estos recién nacidos que están bajo cuidados estrictos fueron llevados a la nueva sala, al verla notaron que el techo tiene filtraciones y humedad, lo que podría desencadenar una serie de problemas que afectaría la salud de los recién nacidos.
Esta área tampoco cuenta con aire comprimido para intubar a los niños que lo requieran y el aire acondicionado trabaja de manera deficiente.
María Jiménez —nombre ficticio por seguridad— ingresó a su hijo hace 25 días. Relató que la nueva área para amamantar se encuentra plagada de insectos. “El primer día que fui a amamantar había una cucaracha voladora”. Esta mujer ha visto fallecer a dos niños después del traslado improvisado. El primer deceso ocurrió la noche en la que fue cambiada la Utin, “llegó un bebé para hospitalizarlo, pero no había médico y murió”.
La falta de personal médico es una constante que lleva a los padres a vivir con miedo y zozobra, porque los bebés no reciben los cuidados necesarios para recuperar su estado de salud. Jiménez indicó que dos doctoras salieron de reposo por presuntamente haber contraído COVID-19, por lo cual ya van dos días seguidos que los neonatos no reciben atención médica y son atendidos por el médico de la emergencia.
Los médicos de emergencia los revisan, pero no es una revisión completa. Por esta situación los niños se empiezan a descompensar, aunque los de la institución deberían poner un médico, son dos días seguidos que nos quedamos sin médicos”, sostuvo la madre.
Los neonatos también batallan contra una bacteria resistente que es la Candis. En la Chet no hay antibióticos que permitan contrarrestar su acción, así que los padres deben adquirir el medicamento que cuesta 100 dólares y solo lo han conseguido en farmacias del estado Aragua.
El domingo 4 de octubre falleció el segundo bebé, tenía 23 días de nacido, padeció una sepsis neonatal. Sus padres tenían todo el tratamiento de antibióticos para ayudar a salvar la vida de su hijo, pero, nuevamente, la falta de personal jugó un papel determinante. No lograron administrar el tratamiento a tiempo.
María Jiménez sostuvo que el personal de salud que aún queda en la Utin son profesionales que trabajan con esmero y bajo circunstancias deplorables, pues no cuentan con áreas de descanso ni baños.
Para este 6 de octubre no se habían iniciado los trabajos de remodelación en la Emergencia de Pediatría. Los padres de los recién nacidos internados en una nueva Terapia Intensiva improvisada, y sin médicos que puedan cubrir las guardias completas, viven con el temor latente de que sus hijos mueran.
Las exigencias de los padres a las nuevas autoridades de la Chet son claras: trasladar nuevamente a su sitio de origen la Utin, contratación de personal médico y de enfermería, acondicionar áreas de descanso para el personal de salud.
Entre finales de septiembre y principios de octubre de 2019 en la Utin de la Chet fallecieron nueve neonatos a consecuencia de una bacteria. Fue el 9 de octubre de 2019 cuando el último bebé falleció por estas causas. La médico de guardia para ese momento renunció y con ello devino el cierre de la Utin.
El 6 de noviembre de 2019, el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, reconoció la existencia de la bacteria intrahospitalaria, para ese momento declaró en rueda de prensa que había recibido reportes que detallaban que la bacteria era resistente a 85 % de los antibióticos. También aseguró que realizaría trabajo de desinfección y reparación de los aires acondicionados. Anunció que haría una “inversión importante”, pero han pasado 11 meses y todavía se desconoce cuánto fue el monto de la inversión, los trabajos realizados y cuándo se reabrió la Utin de la Chet.
Con información de Crónica Uno