Nicolás Maduro aumentó el jueves los montos máximos de crédito para la adquisición y mejoras de inmuebles, a través del Fondo del Ahorro para la Vivienda de los Trabajadores. Sin embargo, pocos podrán optar por el crédito, fijado ahora en 20 millones de bolívares, debido a que el grupo familiar debe ganar 448.000 bolívares mensuales y pagar 12 cuotas de 156.800 bolívares al año, si se mantiene el plazo de pago a 35 años.

Carlos González, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, indicó que la medida es positiva porque pasó de 3 millones a 20 millones, lo que representa un incremento de 566% y se acorta la brecha entre los precios de venta de las viviendas y el crédito que ofrece el gobierno, pero todavía resulta insuficiente.

“Un apartamento de 50 metros cuadrados en Catia o Caricuao cuesta más de 30 millones de bolívares. Pero una familia que gana más de 440.000 bolívares es improbable que quiera vivir en esa zona”. Además, no hay muchas opciones de inmuebles para escoger porque son pocas las ofertas a este valor.

El Ejecutivo también incrementó el crédito para la autoconstrucción, que pasó de un millón a 15 millones de bolívares, lo que significa un alza de 1.400%, pero para recibirlo el grupo familiar debería ganar 360.000 bolívares; es decir 9 salarios mínimo y cancelar una cuota mensual de 125.879 bolívares.

González añadió que aunque el incremento pareciera significativo se diluye con la inflación que, según cálculos del Fondo Monetario Internacional, este año alcanzará 1.600%.

Para realizar mejoras en la vivienda el crédito subió a 6 millones de bolívares, sin embargo el grupo familiar tendría que percibir 173.874  bolívares mensuales y pagar 12 cuotas de 60.800 bolívares al año.

Juan Andrés Sosa, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, señaló que el gobierno debe implementar un conjunto de medidas macroeconómicas estructurales y no solo decretar un incremento en el monto del financiamiento para las viviendas, con el fin de poder frenar la inflación y que la gente pueda recuperar el poder adquisitivo. En caso contrario, considera que se tendría que aumentar mensualmente el tope del crédito para la compra de viviendas porque se disolvería con la inflación.

Sosa añadió que el gremio presentó un conjunto de propuestas al gobierno para rescatar el sector y así poder cubrir el déficit de viviendas. Entre ellas, está la recapitalización de la banca para otorgar créditos que se lograría si el Ejecutivo permite que se revaloricen sus activos inmobiliarios. “Ahora, el crédito más alto que puede otorgar la banca es de 10,7 millardos de bolívares, un monto insuficiente para levantar un conjunto residencial”, aseguró.

Otra de las recomendaciones del gremio es que se restablezca la producción y suministro de materiales de construcción. “Sin cemento y cabilla no hay viviendas”, enfatizó. Sidor y las fábricas de cemento están produciendo a 10% de su capacidad instalada, pero cree que deberían establecer alianzas con el sector privado para recuperar la productividad que destruyeron.

Destacó que es indispensable que el venezolano recobre su poder de compra con la aplicación de políticas de subsidios directos del Estado.

Fuente: El Nacional

21 de enero de 2017

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