La falta de suministros en el Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera, estado Trujillo, se suma a las deficiencias en el área de espera, donde familiares de pacientes recluidos por COVID-19 ni siquiera cuentan con un baño. Aseguran que gastan entre 50 y 100 dólares diarios por medicamentos y suministros

Familiares de pacientes recluidos en el área COVID-19 del Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera, en el estado Trujillo, denuncian falta de suministros, medicinas y de higiene en este centro de salud, principal de la entidad y único centinela del estado para la atención de la pandemia.

Entrevistados por El Pitazo este jueves 8 de julio, explicaron que diariamente deben comprar los medicamentos para el tratamiento de sus familiares, pagar exámenes médicos que no son hechos dentro del hospital y llevarles rodas las comidas. Asegura que lo único gratuito es la atención médica y el oxígeno.

“Salvo por el oxígeno, nosotros tenemos que comprar de guantes para arriba para que puedan asistir a nuestros familiares. Los medicamentos, el clexane, la levofloxacina, todo el tratamiento, hay que comprarlo”, dijo Robert Alburguez, quien afirmó que gasta entre 50 y 100 dólares diarios en dos familiares que están recluidos en el referido hospital.

Área de espera en condiciones insalubres
Además de los gastos que deben hacer, los afectados manifestaron que el área de espera, una carpa habilitada por Fundasalud desde abril de 2020, y en la cual conviven unas 30 personas, no tiene las condiciones necesarias para ellos mantener la higiene ni la bioseguridad.

“Estamos prácticamente viviendo acá, pero no tenemos ni un baño. La parte de atrás, donde hacemos las necesidades, es súper asqueroso, pero no tenemos alternativa. Estamos propensos a enfermarnos. No nos dan ni para el cloro que usamos para limpiar”, dijo Alburguez.

En ese sentido exigieron a la gobernación mejorar la atención de esta institución, que padece también de la falta de agua potable. “Trujillo es un estado tan pequeño, que el gobernador debe ponerse la mano en el corazón y ayudar porque no es fácil, con la situación del país, tener dinero para el tratamiento», expresó Karen Mujica, quien cuida a su suegra enferma de COVID-19.

Muertes diarias
Otros familiares explicaron que el personal de guardia es insuficiente. En ocasiones hay solo dos enfermeras y un especialista para más de 30 pacientes y les preocupa la cantidad de muertes diarias. “Tuve recluida una tía aquí. Ayer fueron 15 días, ya le dieron de alta, gracias a Dios. Aquí es triste porque son más las personas que mueren que las recuperadas. En 15 días mi tía vio morir más de 20 personas. Eso la ponía nerviosa», relató Ana Labastidas.

Con información de El Pitazo

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