Desamparados por la autoridades venezolanas y asustados por las amenazas recibidas por autoridades locales y regionales que les han prohibido declarar, se encuentran los familiares de Luisannys Betancourt (16), Unyerlys Vásquez (16), Osmarlys Velásquez (16), Rosmilys Laguado (16) y Michel Sánchez (22), las cinco jóvenes con residencia en Cumaná que se encuentran desaparecidas desde el 23 de abril, cuando abordaron la embarcación Jhonailys José.

“Se habla que es una mafia de trata de blanca y por eso nos da temor. Yo quiero que mi hija aparezca, pero tengo miedo porque estoy sola y tengo cinco hijos. En Güiria se comenta que desde hace tiempo se llevan a las muchachas venezolanas, mayores o menores a prostituirse, que van por tres meses y se regresan”, narró Rosa Acosta, madre de Rosmilys Laguado, una joven de 16 años que iba en el bote.

Relató que su hija estudia tercer año en el liceo José Silverio González, en Cumaná. “La última vez que hablé con ella fue el lunes 22 de abril como a las 2:00 pm, me dijo que estaba en Güiria, me sorprendí y le pregunté con quién estaba. Me respondió que con unas amigas”.

Explicó que los residentes de Güiria le informaron que cada una de las personas mayores de edad que iban en el bote llevaba un grupo de niñas para entregarlas a Trinidad. “A las jóvenes las enumeraron cuando las montaron en el bote”.

“Las niñas menores de edad se dejan engañar por mentes criminales que les ofrecen pajaritos en el aire y por la misma situación que están pasando en sus casas o por problemas con sus padres se van, pensado que les va a ir muy bien y que todo va a mejorar”, dijo Acosta.

La madre afirmó que el gobierno es el culpable por la crisis que se vive en el país, ya que las madres venezolanas se sienten fracasadas, con lágrimas en los ojos, pensando diariamente qué comida van a darles a sus hijos. Esa misma situación ha llevado a los adultos y jóvenes a tomar la decisión de irse del país.

Con información de El Pitazo.

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