Son muchas las familias guayanesas que se enfrentan diariamente a la crisis económica que se vive en el país. Las personas aseguran que deben ingeneárselas para comer con el poco ingreso económico que obtienen de sus labores diarias, reseñó Provea.

Mediante un reportaje realizado por la organización, se pudo constatar que en varios hogares de la Región Guayana se ven en la necesidad de distraer a los niños de la casa para que solo coman una vez al día.

“Ahorita estamos comiéndo arepa seca. Para comer bien necesitaríamos una paca de harina, y no la tenemos. Estos muchachos quieren comer hasta cuatro veces al día. Les digo: ‘no, mijo’. Les digo que se aguanten. No podemos darnos el lujo”, cuenta Mary Marcano, miembro de un hogar de ocho integrantes.

Marcano asegura que la rutina alimentaria en su casa tiene un método: saltar comidas y dejar dormir a los niños hasta tarde para que no desayunen. Cuando despiertan temprano, tienen que improvisar.

“La mayoría de las veces comemos sardinas. Guardamos un cuartico hoy, otro cuartico mañana. No hay proteínas ni para las preñadas. Y a los niños tampoco les dan en la escuela. Lo que les dan a veces es un espagueti con unas papas blancas. Antes uno veía el Lactovisoy. Ya no”, sostuvo Marcano.

“Huevo se come una vez al mes. ¿Pollo? Ya no se come pollo. El que come pollo aquí le sale llaga en la boca. ¿Sardina enlatada? Nada de eso se puede”. La resignación aquí también es parte del menú. Es, de hecho, el plato fuerte. Afirmó una de las madres afectadas por la situación.

Con información de Provea

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