El director ejecutivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), Pedro Vicente Pérez, alertó sobre la pérdida de las cosechas del ciclo invierno ante la escasez de combustible en el país.
En una entrevista telefónica con Efecto Cocuyo, el dirigente gremial dijo que en este momento las cosechas más importantes son las de maíz y arroz, que están a punto de salir pero no hay gasolina ni gasoil suficientes para su traslado a las plantas industriales que procesan estos rubros.
“Es la época de la cosecha de cereales maíz y arroz, pero también de cosecha de café, empieza a salir un alto volumen de hortalizas y a final de año empieza en diciembre la cosecha de caña de azúcar. En época de cosecha es cuando el productor necesita más combustible, gasolina o gasoil”, destacó.
Para que un venezolano tenga en la mesa los alimentos hay un largo proceso que comienza con la siembra de las semillas en las zonas agrícolas del país. Desde ese primer paso los productores necesitan tanto diésel como gasolina. El primero para las maquinarias y el segundo para movilizarse a buscar trabajadores, comprar insumos y estar en constante revisión de la siembra.
No respetan que son sector priorizado
Aunque desde 2019 hay fallas de combustible que afectan a los productores venezolanos, desde la llegada de la pandemia de COVID-19 se agudizó la escasez de gasolina.
Con el nuevo esquema de venta, a precio subsidiado y dolarizado, los trabajadores del campo se consideran un sector priorizado; sin embargo una cosa es el enunciado de la administración de Nicolás Maduro y otra la realidad en cada estación de gasolina.
“Siempre hablamos con las autoridades, pero el problema es que dicen que va a hacer listados que no se respetan, porque cuando vas a echar gasolina el soldado, el dueño de la bomba o el de Chamba Juvenil, hacen los que les da la gana”, denunció Pérez.
Aunque una de las frases más repetidas de la administración chavista es “entre cuarentena y producción no hay contradicción”, los trabajadores del campo deben superar las trabas cada vez que llegan a una gasolinera.
El combustible es fundamental no solo para la siembra; una vez que están las cosechas se deben movilizar a las plantas industriales o los distribuidores llegan a las fincas o haciendas para comprar directamente al productor.
Esto último es lo que hacen muchos vendedores que se ven en diferentes ciudades con mercados a cielo abierto. Destacan los conocidos vendedores que vienen desde los Andes hasta Caracas para vender hortalizas.
Menos arroz y maíz por largo verano
Pérez recuerda que para que “feriero” (vendedor de hortalizas) llegue a Caracas debe tener combustible. Antes un viaje duraba un día y medio, pero con las fallas de despacho de gasolina y diésel, ahora puede tardar hasta tres días.
Aseguró que esto no solo es una pérdida para el vendedor, además influye en la calidad de las hortalizas que llegan a la mesa de cada venezolano.
“Eso no solo representa una pérdida del productor, sino que las hortalizas pierden su calidad por la situación del combustible”, resaltó.
Aunque aún no tienen cifras a la mano, dijo que por el verano tan largo (sequía) hubo menor producción de arroz.
“El arroz está casi ya saliendo y el maíz está por salir, cuando se sembró fue mucho verano porque fue muy fuerte y hubo caída en la producción”.
Economía de guerra agrícola
Ahora con las lluvias que caen con fuerza desde finales de septiembre, advirtió que se ven afectados los caficultores. Primero porque el café debe pasar por un proceso de secado que se realiza con máquinas que dependen de gasoil y porque las lluvias retrasan este trabajo.
La zona de mayor producción de hortalizas en Venezuela es La Grita (Edo. Táchira). Con la caída de puentes, derrumbes y deslizamientos en esta entidad por las precipitaciones de las últimas semanas, se dificulta más el traslado de los rubros a las principales ciudades del país.
Para Pérez todo este panorama que se vive en el país hace que estemos en una “economía de guerra agrícola”, donde los productores deben sortear desde la escasez de combustible hasta el pago de vacunas para evitar robos en el transporte de los rubros o el “peaje” en las alcabalas para quienes están en puntos de control a lo largo de todo el país.
Con información de Efecto Cocuyo