El año escolar presencial y la apertura de noviembre y diciembre sin cuarentena vaticinan un escenario de riesgos, tanto así que Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, lo califica como un «crimen de lesa humanidad».

La Prensa de Lara 

Para Natera, es una irresponsabilidad anunciar el regreso a las aulas cuando se tiene la carga viral más alta de covid-19, con cinco variantes circulando en el país que lo hacen más contagioso, fallas en la cobertura de la inmunización, sin llegar a la totalidad del personal educativo y sin la certeza de la vacuna que estará dispuesta para los niños. Un esquema que debería estar completo en 70% de la población y tener las condiciones físicas junto a las normativas en los planteles educativos.

La improvisación puede ser un arma letal a un año y medio de pandemia. Un avance progresivo que elevó el pico de la curva de casos de infección en agosto y septiembre de 2020, luego de la implementación del sistema 7+7 que intercala semana radical y flexible. Análisis que coincide en esa iniciativa de tratar de liberar, pero sin mantener las riendas apretadas en el control con cerco epidemiológico, diagnósticos a tiempo, atención oportuna en un sistema de salud pública, que aún incorporando centros centinelas sigue teniendo centros asistenciales con fallas y el plan nacional de vacunación que desde febrero de 2021 no llega al 70 por ciento de venezolanos inmunizados.

Cuando Natera recuerda ese anuncio de Nicolás Maduro, emitido el pasado miércoles de flexibilizar por completo ese par de meses, además de mantener el llamado a clases, considera que se toma la situación del covid-19 como «alegría politiquera». Se va hacia esas «Navidades felices 2020», que escondían una supuesta calma y las intenciones de un llamado al sufragio para las elecciones parlamentarias. Luego se repitió ese paréntesis en los Carnavales de 2021, para terminar de elevar esa curva de contagios con más de 37 mil infectados para cerrar abril. «Pero dicho repunte se lo achacaron al repique de Brasil, sin reconocer que se trataba del impacto de estar sin cuarentena», rezonga.

Sin las condiciones y a este ritmo, estima que las clases podrían retomarse en enero de 2022, pero agilizando la protección. «Abrir el 7+7 con la flexibilización máxima sería incurrir en un crimen de lesa humanidad», recalcó y lamentó que la mayoría de hospitales se encuentran como «cascarones», sin dotación fija de insumos médicos y quirúrgicos, déficit de personal y hasta abandono en infraestructura.

Una consideración apoyada por Huniades Urbina, secretario de la Academia Nacional de Medicina, para que todo el personal educativo, alumnos y familia tengan su esquema completo. La infraestructura esté acondicionada con insumos de bioseguridad y baños higiénicos con el suministro fijo de agua. Además del entrenamiento de profesores para la táctica «burbuja» de recreos, los cuales no deben coincidir en tiempo. «No se está controlando porque lo más reciente que conoce la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es que hay 14,8% de vacunados. ¡Pero, que vengan elecciones y Navidad!», critica en su condición de pediatra y sabiendo el acecho de las variantes gamma, alpha, lambda, mu y delta como la de preocupación que suele ser más transmisible y con una sintomatología tan cambiante, así como rápida para llevar a casos críticos en deficiencia respiratoria.

Toda una situación analizada por René Rivas, presidente de Colegio de Médicos, con sus reservas en una flexibilización sin saber el comportamiento epidemiológico y de una reapertura que debería ser progresiva, de acuerdo a las condiciones sanitarias que eviten el rebrote.

Empresarios del estado Lara consideran que flexibilizar la cuarentena en noviembre y diciembre es una medida tardía y serán pocas las empresas que puedan aumentar su producción en tan corto tiempo para atender la demanda de fin de año, que históricamente es de mayor consumo.

«Cómo van a pertrecharse las industrias en tan poco tiempo para que exista el inventario que se va a comercializar en diciembre. La medida llega a destiempo, debió ser anunciada en el mes de junio para que el sector privado pudiera planificarse y aumentar su producción», expresó Joel Segura, presidente de la Cámara regional.

Sostiene que el esquema siete más siete representó la muerte para la economía del país, porque el Gobierno prohibió las actividades de las empresas no priorizadas, pero sin otorgar financiamiento para auxiliarlas económicamente ni exonerar impuestos, lo que impulsó la caída de la producción y la reducción de nóminas.

«Esta medida se está dando sin aumentar el número de puntos de vacunación. El sector industrial ha solicitado al gobernador Adolfo Pereira y al secretario sectorial de Salud, Javier Cabrera, reuniones para que sean atendidos los trabajadores del sector privado y las misivas enviadas no han sido respondidas. En la actualidad están vacunados menos del 25% de los ciudadanos que laboran en las zonas industriales de Barquisimeto», advirtió.

Según Conindustria, en el año 2020 cerraron 88 empresas de manufactura. En la actualidad, sólo quedan activas en el país el 19% de las industrias que existían en 1998, que eran 11.117 en total.

Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio del estado, comunicó que el sector siempre ha solicitado la flexibilización de la cuarentena, tal como lo han hecho los países del hemisferio, porque consideran que se puede convivir con el virus siempre y cuando se cumplan con las medidas de bioseguridad. «Exigimos acelerar la aplicación de las vacunas recibidas por el mecanismos Covax. El principal problema que tenemos es que la mayoría de la población económicamente activa son muy jóvenes, que no han sido vacunados», refirió.

Por su parte, Pablo Chirinos, presidente de Fedecámaras Lara, refirió que la medida oxigena a los sectores productivos, apuntó que Venezuela es el país de Latinoamérica que más lento se ha incorporado a la activación de su economía.

El Gobierno, en los últimos 18 meses ha suavizado en tres ocasiones la cuarentena. La primera se dio el 26 de julio de 2020 cuando decretó la modalidad 7 más 7; posteriormente fue todo el mes de diciembre del año pasado, y este año del 15 al 21 de febrero en Carnaval. Cada vez que flexibilizó, Venezuela registró picos de contagios.

Medida tiene una intención política
La politóloga, Marisol Bustamante, sostiene que la intención del Gobierno al flexibilizar la cuarentena no es beneficiar al sector empresarial, sino favorecer el proceso de campaña de las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre, como ocurrió con las parlamentarias en diciembre de 2020.

«La medida debe ser reconsiderada por lo que ha advertido la Federación Médica Venezolana, porque sigue sin haber una inmunidad de rebaño en el país, de acuerdo a lo que establece la ONU para flexibilizar las medidas de movilidad del covid-19 tiene que estar al menos el 70% de la población vacunada», exclamó.

La capital podría ser la excepción
Según lo informado por Nicolás Maduro el jueves 23 de septiembre, de acuerdo al repunte de casos en Caracas, esta ciudad podría no ser flexibilizada en los dos últimos meses del año. Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio de Lara, manifestó que esta ciudad es la de mayor consumo del país, teme que así ocurra con otras ciudades del país con mayor población.

«El Gobierno comunica las medidas sin permitir la planificación de los gremios productivos del país para poder aumentar su capacidad instalada», refirió.

El sector privado ha sido el más golpeado en pandemia.

Con información de La Prensa de Lara

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