Ni la “magia electoral” acabó con este mal que golpea a los ferieros y productores de alimento de los andes, que deben someterse a las arbitrariedades de los funcionarios. Tanto Nicolás Maduro como el actual gobernador, Freddy Bernal, prometieron acabar con la matraca, pero nada que se elimina esa práctica. Desde que salen hasta llegar a su lugar de destino deben ir entregando bolsas con alimentos o dinero a los uniformados en las alcabalas. Productores no se resisten a la revisión, pero se quejan del abuso de poder.

Crónica Uno 

La matraca por parte de los cuerpos de seguridad a los ferieros, productores, que desde los andes transportan verduras, frutas y hortalizas al centro del país, está lejos de acabar. Por el contrario, tiende a empeorar cada día.

Recientemente, un feriero, oriundo de La Grita, municipio Jáuregui, fue víctima de la ira de un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana, que lanzó al piso y pateó parte de la carga, por el hecho de rehusarse a pagar la cuota al uniformado. El hecho ocurrió en el estado Anzoátegui.

Denuncia, el también agricultor que resguardó su identidad, que la situación genera retrasos y con ello, el deterioro de los alimentos, al igual que advierte que las frutas, las hortalizas y otros productos alimenticios son expuestos a una eventual contaminación cuando los someten a la revisión de los perros, así como a partículas de combustible que otros vehículos dejen en el lugar.

Agrega que son más de ochenta, las alcabalas que se consiguen en la vía desde que salen de los municipios de montaña, hasta sus respectivos destinos y en cada una de ellas deben dejar bolsas con verduras y hasta dinero. A la larga, es el consumidor final quien paga estas “colaboraciones” con el aumento de precios en los artículos.

Robert Maldonado, representante de los ferieros, comentó que no conformes con que deben salir con las bolsas preparadas desde sus destinos para entregarlas a los guardias y policías, estos se ponen “exigentes”, pues si tienen mucha cantidad de una verdura ya acumulada en el comando, piden otra y si no les cumplen con la exigencia, les hacen bajar la mercancía, tal y como ocurrió hace unos días en el estado Anzoátegui.

Y es que específicamente en el punto de control de Clarines, en la entidad oriental, los guardias hicieron que los ferieros bajaran toda la mercancía e incluso subieron al camión a un perro antidrogas. A través de su cuenta en Twitter, Maldonado asegura que casi toda la carga se dañó, ya que fueron más de siete horas bajo el sol que duraron las hortalizas. Las pérdidas rondaron los 5000 dólares.

Añadió que no es solo el verdulero el que sufre por la extorsión, sino todo aquel que transporte alimentos. Bien sea pollo, pescado, leche o quesos. Todo aquel que transporte productos perecederos es objeto de cobros en las alcabalas y allí, se reparten la mercancía entre quienes están de guardia.

No les paran

El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, prometió en febrero del año pasado, cuando era “Protector” de la entidad, que se acabarían las matracas en las alcabalas del estado, porque él mismo se encargaría de evitar que siguiera ocurriendo.

En septiembre del mismo año, antes de las elecciones, reiteró que era un “antimatraca” y precisamente, para ello creó un número telefónico, el cual no atienden.

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Con información de Crónica Uno

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