La Federación Venezolana de Asociaciones de Productores de Arroz (Fevarroz) llamó a públicos y privados a abocarse para recuperar el sector arrocero del país.
Fuaz Kassen, presidente de la federación, dijo que en la actualidad hay una producción disminuida y un país que no puede seguir importando y ésos son elementos suficientes para que se convoque a la cadena productiva del rubro.
En entrevista con El Mundo, Economía y Negocios, agregó que eso amerita que “sectores públicos y privados nos pongamos de acuerdo para la reactivación, de manera que cada uno asuma responsabilidades específicas que permitan recuperar el abastecimiento de un sector que en un momento llegó a ser exportador”.
De acuerdo al seguimiento de cifras que hace Fevearroz, este año se sembraron 100.000 hectáreas que arrojan una producción de aproximadamente 500.000 toneladas de arroz paddy húmedo.
Esta cifra representa un descenso con respecto a 2015 cuando se cultivaron 160.000 hectáreas y se recolectaron 800.000 toneladas de arroz. La demanda anual es de 1.400.000 toneladas.
En 2014 la producción se ubicó en 1.150.000 toneladas gracias a unos acuerdos entre el sector público y privado que conllevaron a una recuperación progresiva y rápida desde 2010, recordó.
Kassen explicó que entre las condiciones que han sometido a la superficie de arroz a una presión a la baja está el rezago tecnológico, los niveles de desorganización en parte del sector y el desdibujamiento de la institucionalidad pública que está abocada al desarrollo de la tecnología.
“Si se combina a la dispersión que existe en las instituciones privadas, entonces eso le imprime un carácter de rezago tecnológico al sector”, expresó.
Señaló que una de las cosas que los ha afectado es la manera como se ha administrado la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti) y el impacto que ha tenido en “el deterioro en el sistema nacional de investigación y transferencia de tecnología”.
“El arroz es tecnología más que cualquier otro rubro de la agricultura nacional”, dijo.
A eso se le suma la inestabilidad en la oferta de los insumos porque “Agropatria no ha sido capaz de consolidarse como un proveedor seguro y estable”.
El costo para producir una hectárea de arroz se ubicó en 1.115.406 bolívares en el ciclo invierno 2016, acotó el también director de arroz de Fedeagro.
Desde hace seis años también enfrentan una anomalía que denominan vaneamiento del arroz, la cual deja el grano vacío. Aún no se ha podido determinar si es una plaga, enfermedad, virus u hongo ni a qué se debe.
El financiamiento es otro problema a resolver pues “la cartera agrícola quedo desfasada por el efecto de la inflación” y “lo que antes medio alcanzaba para atender los rubros ahora no alcanza para ninguno”.
El presidente de Fevearroz indicó que la disminución que ocurre en el arroz de consumo humano también ocurre en la semilla.
“Los programas de producción de semillas también están limitando las capacidades de siembra”, advirtió.
Ocuparse de la recuperación de los sistemas de riego públicos y del reequipamiento de los privados es otro aspecto fundamental “porque buena parte de la capacidad de riego esta inhabilitada producto de actos vandálicos”.
La inseguridad ha provocado además la paralización de fincas. Kassen mencionó que el robo de un cabezal de engranaje o de un motor de riego “puede paralizar una finca cuatro o cinco años”.
Potencialidad para el cultivo
A pesar de las dificultades destacó que Venezuela tiene las condiciones óptimas para la producción, recuperación, crecimiento y consolidación arrocera.
“El país podría consolidarse como un país altamente productivo y eficiente de arroz en Latinoamérica”, aseveró.
Resaltó que la gente cuenta con una alta experiencia y los productores se mantienen con deseos de reactivar el sector arrocero que, desde el punto de vista agrológico, es uno de los más seguros de la agricultura nacional.
FUENTE: EL MUNDO
FECHA: 10 DE NOVIEMBRE, 2016