El informe del FMI estima que Venezuela rebote un 1,5% para el cierre de este año y otro 1,5% para 2023, mientras que la inflación es calculada en un 500% tanto para 2022 como para 2023.

Tal Cual

La crisis económica en Venezuela sigue su curso y, aunque el país parece haber tocado fondo y se prepara para un rebote de su economía, las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) con respecto a este repunte no son esperanzadoras.

El contexto no favorece a Venezuela, pues el inicio de su recuperación coincide con una pandemia mundial que todavía tiene efectos negativos para la economía global y una guerra en Europa Oriental que tendrá impacto a largo plazo.

De hecho, las perspectivas mundiales cambiaron. En su último informe, publicado en enero, el FMI estimaba un crecimiento mucho más sólido de la economía mundial, en un contexto de recuperación tras dos años de cuarentena por la covid-19.

La invasión de Rusia a Ucrania constituyó un revés para este panorama positivista y cambió por completo las previsiones, pues ahora se espera un crecimiento económico mundial más lento y una aceleración de la inflación.

«Las perspectivas de la economía global empeoraron significativamente desde nuestro último informe en enero. Para ese momento, proyectábamos que se fortaleciera la recuperación global para el segundo cuarto de este año. Desde entonces, el panorama ha empeorado, en gran medida debido a la invasión de Rusia en Ucrania», reza el informe del FMI.

Pese a que las peores consecuencias del coronavirus parecen haber quedado en el pasado y muchos países están retirando las medidas de prevención con el avance de la vacunación, la pandemia aún no da descanso a la economía.

Las cuarentenas sectorizadas de China, una de las mecas de la manufactura mundial, atentan contra la cadena de distribución global. El FMI teme que se generen más cuellos de botella en el tráfico marítimo y que, por lo tanto, los fletes sigan encareciéndose.

Con este contexto, el FMI proyecta un crecimiendo del Producto Interno Bruto (PIB) global de un 3,6% tanto para 2022 como para 2023. Es una desaceleración al comparar con el 6,1% que creció el año pasado, en el que se recuperó terreno frente a la masiva caída del 2020.

Este 3,6% representa una desmejora del 0,8% para 2022 y 0,2% para 2023 frente a las proyecciones presentes en el informe publicado durante enero.

Estos resultados ya eran asomados por la directora del FMI, Kristalina Georgieva, quien advertía sobre el peligro del aumento de la inflación que afectaría a muchos países en todas las regiones del mundo.

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Con información de Tal Cual

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