Los brotes de difteria y malaria, principalmente en el estado Bolívar, dejan en evidencia no solo la falta de vigilancia epidemiológica, sino una nueva crisis por escasez de medicamentos, al verse cuesta arriba tratar a los pacientes infectados, situación sobre la que la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) reporta desde hace dos años.

El presidente de Codevida, Francisco Valencia, destaca que el problema viene dado por la dependencia de las importaciones, donde casi un 90% de la materia prima para fabricar los medicamentos provienen del exterior. A ello se le suma una deuda acumulada del gobierno que asciende a los 7 mil millones de dólares, cuyo último pago fue apenas de 17 millones de dólares.

“Con esa deuda y sin cumplir con compromisos previamente establecidos con los laboratorios, las casas farmacéuticas internacionales decidieron no enviar más medicamentos si al menos no se pague lo nuevo que se vaya a comprar en medicamento”, precisa Valencia.

Es así como el Seguro Social, frente a la incapacidad para solventar la situación, aplicó una política de racionamiento y subdosificación. “Si el paciente iba con una dosis prescrita de 4 mg diarios, cuando llegaba con el informe médico, el Seguro Social le daba solo dos. Extendían lo poco que le quedaba de inventario”.

Medicamentos sin control sanitario

Valencia precisa que la escasez de medicamentos de alto costo afecta directamente a más de 120 mil personas que dependen del tratamiento, desde pacientes con cáncer, trasplantes, hemofilia, linfoma, entre otros, donde muchos dependen de medicamentos de por vida, y otros que no pueden interrumpir el tratamiento.

Ante la emergencia, son pocas las previsiones de las instituciones encargadas. “No vemos que el Seguro Social haya tomado medidas de urgencia para traer estos medicamentos al país. Habíamos dicho que septiembre iba a ser catastrófico, y es así porque si el Seguro Social ordena hoy la compra de medicamento, tardaría hasta cuatro meses para llegar al país. Es una situación muy grave porque mucha gente podría morir por la falta de tratamiento”.

Además, “se están dando compras gobierno a gobierno, que se hacen sin control sanitario y no se sabe su procedencia (…) están llegando medicamentos que se vencen en el mismo mes, cuando la Ley de Contraloría General establece que toda compra que haga el gobierno, el medicamento debe tener por lo menos dos años de vigencia. Hay una irregularidad porque están comprando medicamentos quien sabe a qué precio, quizás con un uno mayor”.

Valencia agrega que igual sucede con medicamentos esenciales, en vista de la alta deuda y la falta de materia prima, cuyo resultado inmediato son las personas que empiezan a fallecer por falta de tratamiento. Es por ello que Codevida insiste en la activación de un mecanismo de cooperación internacional, ofrecido hasta por Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre el que el gobierno se ha negado.

“Hoy en día la situación está tan grave que Maduro le echa la culpa a la ministra, tratando de sacudirse del problema (…) no es que no funcione el 0800-Salud, sino que no hay medicamentos en el país”.

La gravedad en lo que respecta a la fecha de vencimiento de los medicamentos que están llegando al país, indica que los mismos no se estaban entregando o fueron recientemente comprados y no cumplieron con el protocolo correspondiente.

“Habría que establecer quién compró esos medicamentos y quién o quienes representan a esas compañías”, sugiere.

El retroceso en salud

Los recientes casos de malaria y difteria corroboran el retroceso de Venezuela en materia de salud, toda vez que estas enfermedades fueron erradicadas, y su reaparición responde más a los incumplimientos de protocolos básicos como las vacunaciones.

“En el caso de la difteria y la malaria, el problema fundamental es que nunca se estableció un programa de prevención en el Ministerio de Salud. La difteria era una condición que, inclusive, estaba erradicada porque se quitaba con la vacuna triple. Te das cuenta de que dejaron de hacer jornadas de vacunación infantil y por eso están reapareciendo estos casos que, por cierto, estaba tan erradicada la enfermedad que los médicos jóvenes de hoy en día no sabían de esta condición”, expone.

Sobre la malaria, critica la negación del gobierno ante propuestas de organizaciones internacionales para trabajar en el campo y que, incluso, estaban dispuestos a traer insumos para atacarla.

Pero mientras el gobierno niega un canal humanitario, calificándolo de injerencia internacional, anuncia sobre el envío de ayuda a Haití, país afectado por el huracán Matthew.

El presidente de Codevida cuestiona que “primero, Haití no ha dicho que es una injerencia de Venezuela, como alega el Gobierno nacional para negar la ayuda humanitaria en Venezuela. Ahora, esta ayuda es irracional, porque sea medicamento o sea comida, es una burla para las personas en Venezuela que están pasando necesidades de medicamentos y alimentación”.

FUENTE: CORREO DEL CARONÍ

9/10/16

A3 Medicamentos

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