Tras el reciente anuncio del gobierno colombiano de tres casos confirmados y varios por confirmar de COVID-19, las alarmas se encendieron en la que es la frontera más viva de América Latina. Son miles las personas que transitan a lo largo y ancho del Puente Internacional Simón Bolívar todos los días, siendo este un caldo de cultivo ideal para una rápida propagación del virus.

Las autoridades colombianas tomaron una serie de medidas a fin de extremar la prevención en los pasos fronterizos, así como en terminales y aeropuertos. El uso de tapabocas es un requerimiento obligatorio, de acuerdo con lo informado por el comandante de la Policía Nacional durante un operativo realizado este miércoles en el Puente Internacional Simón Bolívar.

De igual forma, las autoridades instalarán lavamanos y tendrán dispositivos para detectar aumento de temperaturas en los transeúntes que caminan por dicho paso. Vale acotar que estas medidas se toman precisamente por el silencio que las autoridades venezolanas tienen sobre casos que posiblemente se registren en el país, aunque este 12 de marzo el mandatario Nicolás Maduro dictó varias medidas de salud contra el virus, entre las que se cuenta la suspensión de vuelos Venezuela-Colombia y Venezuela-Europa.

Con todo, del lado venezolano se ve nula información a viajeros y transeúntes sobre síntomas del coronavirus COVID-19. Las autoridades que hacen vida tanto en la Aduana de San Antonio, como en las adyacencias a la Plaza de La Confraternidad y el puente Simón Bolívar, solo tienen como «barreras de defensa» ante un posible brote de virus unos tapabocas quirúrgicos y algunos guantes. Quienes caminan de un país a otro aseguran que no piensan en los riesgos.

Más modernos

Al llegar a la mitad del Puente Internacional Simón Bolívar hay un pendón hecho por la Gobernación del Norte de Santander explicando sobre los síntomas y medidas de prevención del coronavirus.

Mientras tanto, los funcionarios tanto de Migración Colombia como de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) se mantienen con sus respectivos tapabocas, más modernos que sus colegas venezolanos. No obstante, algunos se observaban con los tapabocas en la quijada, sin proteger la boca y nariz —dos de las zonas más vulnerables—, mientras que otros no los tenían.

Ya del lado colombiano hay un parlante que explicaba también los síntomas del COVID-19 y las medidas a tomar ante un brote, así como las recomendaciones en caso de presentar algún padecimiento que pueda ser asociado a contagio.

Sin nerviosismo

En las farmacias aún no se han registrado compras nerviosas de alcohol o gel antibacterial. Sin embargo, de tapabocas sí. Carlos Galindo, trabajador de una de las droguerías de la zona, explicó que al momento no contaban con tapabocas, pues la misma gente de La Parada se los había llevado.

El alcohol se puede conseguir en supermercados y farmacias desde 1800 pesos, poco más de 45.000 bolívares, más económico que en territorio venezolano, donde la misma cantidad supera los 100.000 bolívares.

Con información de Crónica Uno

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