Para llenar el vacío de la fuga de maestros que migran todos los días de la educación media, el sistema educativo solo cuenta con ayuda de padres, voluntarios y la Chamba Juvenil.
En dos años se ha perdido la mitad de docentes en del país, recordó la coordinadora de la Unidad Democrática para el Sector Educativo, Raquel Figueroa. A un 20% de fuga de profesores en el período escolar 2017-2018 se le suma otro 30% en el período 2019-2020.
De una población aproximada de 572.500 docentes activos para el año 2017, más de 252.000 educadores han abandonado las aulas, lo cual representa una fuga del 45% en dos años. Pero esta cifra podría aumentar.
“Se va a acrecentar a medida de que no haya aumento de salario”, comenta Figueroa.
Aída González, representante del Colegio de Profesores en la región de Guayana coincide con las estimaciones de Figueroa. González dijo que un 90% de los docentes de todas las instituciones en Bolívar no se reincorporarán al siguiente período escolar.
“Los profesionales terminaron sus clases pero dijeron que no van a volver, porque su salario no les alcanza para pagar un transporte ni para salir desayunados de su casa”, explicó la dirigente gremial.
Según González, algunos educadores en la región de Tumeremo, Guasipati y Santa Elena de Uairén prefirieron abandonar las aulas antes de culminar el año para dedicarse a otros sectores que le produzcan un mayor beneficio económico, como la minería.
“Y ahorita que están en vacaciones, que la pasan muy mal porque no les alcanza para nada porque no tienen como viajar, (los docentes del Estado Bolívar) van a trabajar y dependiendo de cómo les vaya deciden si regresan o no a las aulas”, adelantó.
Dejando la educación a la Chamba Juvenil
Aída González explica que ante el ausentismo de profesores que ya se había evidenciado en el último mes del periodo 2018-2019, los directivos dejaban a cargo a suplentes en los salones de clases. Frente a este déficit el Ministerio de Educación, en un principio amenazó por medio de los supervisores que despedirían a aquellos que no acudieran a dar clases.
Para muchos educadores del país, la gravedad reside en que se trata de bachilleres que con apenas 450 horas de capacitación son acreditados con un título de educador integral de la “Micro misión Simón Rodríguez”, en lugar de los cinco años que toma conseguir la licenciatura en educación y que capacita al licenciado a nivel pedagógico.
La micro misión fue creada en el 2014 como un Programa Nacional de Formación de Profesores de Educación Media que prevé la formación de 120.000 docentes a escala nacional, que constituiría apenas la mitad de los docentes que han abandonado los últimos dos años del sistema educativo. Hasta mayo el programa había graduado 4.446 docentes y para noviembre del año pasado habría incorporado con la Chamba Juvenil al menos 11 mil jóvenes “educadores integrales” al Ministerio de Educación.
Con información de Efecto Cocuyo