Cansados, sin dormir y con una rutina paralizada, así viven los habitantes de Ciudad Ojeda, en el estado Zulia, desde que inició el racionamiento eléctrico de más de 12 horas diarias, en marzo, tras el primer apagón nacional.
Cerca de las 9:00 de la mañana, llegaron funcionarios de la Guardia Nacional (GN) y policía del Zulia, con tanquetas y patrullas, para reprimir a los protestantes, quienes de forma pacífica pedían no tener más racionamiento eléctrico.
Con gases lacrimógenos y perdigones, los funcionarios arremetieron para dispersar a la comunidad que mantenía cerrada la vía.
Comunidad organizada
Desde las 4:00 de la madrugada de este jueves 1 de agosto, la comunidad organizada cerró la avenida Intercomunal, vía que comunica a tres municipios de la Costa Oriental del Lago, para hacer un llamado a representantes de Corpoelec y de la Alcaldía de Lagunillas.
Los citojenses se organizaron a través de asambleas de vecinos, donde acordaron un cronograma de acciones de calle para exigir, de forma definitiva, el cese de los cortes de luz en la zona.
“Estamos cansados, queremos soluciones. Ya no tenemos vida porque sin luz, no tenemos agua, comunicación ni podemos hacer nada. Lo que pasa en el Zulia no es de Dios”, dice Wilmary Hernández, vecina de Las Morochas.
Las calles de Ciudad Ojeda se mantienen desoladas, ya que los comercios, bancos y supermercados que no tienen planta eléctrica del Casco Central, deben cerrar después de las 2:00 de la tarde.
Con información de El Pitazo