Las ONG de pacientes prevén que este año será catastrófico para quienes dependen de una medicina. El acuerdo para compras de medicamentos que surgió de la mesa de diálogo no se concretado. 2017 comienza con las cifras alarmantes en epidemias como malaria, difteria y zika.

El sistema de salud no ha podido responder a los principales problemas de la población. Los indicadores demuestran el deterioro que palpan cada día los pacientes en los hospitales y las farmacias, y amenazan con empeorar.

Con 85% de escasez de medicamentos, denunciada por la Federación Farmacéutica de Venezuela, la ONG de pacientes Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida teme que 2017 sea “catastrófico” para quienes dependen de una medicina. “El Ministerio de Salud cerró 2016 sin realizar ni una compra de medicamentos de alto costo ni medicamentos esenciales”, advirtió Francisco Valencia, presidente de Codevida.

A pesar de que en diciembre la canciller Delcy Rodríguez anunció que se comprarían medicamentos a través de las Naciones Unidas y que se aceptaría un préstamo de fármacos de República Dominicana, el país no ha recibido ningún cargamento todavía. “Un mes después de que aceptaron la compra de medicamentos a la OMS, podemos confirmar que no han hecho la primera compra”, dijo el diputado de la MUD José Manuel Olivares.

Ante la perspectiva de acciones tardías, las ONG se preparan para optimizar la ayuda que reciben del exterior y elaborar estrategias que les permitan socorrer a quienes residen en las regiones del interior, donde la escasez es aún mayor.

Mientras tanto, la planificación deficiente ya cobró vidas. La tasa de mortalidad infantil llegó a 18,6 niños muertos por cada 1.000 nacidos vivos en el año que acaba de terminar. En todo 2016 murieron 10.500 bebés. Las madres afectadas también abundaron: 64 madres murieron mensualmente, 750 en todo el año. Ambas cifras corresponden a información del Ministerio de Salud hasta el 19 de diciembre de 2016, divulgada por la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

Las enfermedades se propagaron sin ninguna red de contención. De 76 patologías de notificación obligatoria, 36 repuntaron, entre ellas diarreas agudas, neumonía, fiebre tifoidea y parálisis flácida aguda. Reapareció la difteria después de 24 años sin ser vista en el país: más 400 casos, al cierre de 2016. “Eso representa cerca del 80% de los casos de toda América. Eso nos está señalando el fracaso de los programas de prevención”, indica José Félix Oletta, ex ministro de Sanidad.

Además, el país aportó 50% de los casos de malaria del continente. Con respecto a 2015, las infecciones por esta enfermedad aumentaron 72%, y se superaron los 230.000 casos, a los que habría que sumarle las recaídas de antiguos enfermos que rondan los 100.000, según los cálculos de Oletta.

Las crisis no superadas se empeoraron con las epidemias emergentes: la Sociedad Venezolana de Salud Pública estima que ocurrieron 1.000.000 casos sintomáticos de zika en todo 2016 (el Ministerio de Salud apenas reconoció 60.000 casos ante la OPS), y dado que la enfermedad solo se manifiesta en uno de cada cuatro pacientes, la cifra de infectados podría cuadruplicarse.

“La falta de preparación y prevención es la clave para entender por qué reaparece la difteria, por qué el control de la malaria es un desastre, la mortalidad infantil es una vergüenza y la atención hospitalaria deja tanto que desear”, lamenta Oletta.

La encefalitis equina venezolana, que ya tiene brotes en Colombia, la fiebre amarilla, que ya se manifiesta en Colombia y Brasil, y el Virus del Nilo Occidental, con casos en Florida, amenazan con tambalear la salud venezolana en 2017.

FUENTE: EL NACIONAL

08 DE ENERO DE 2017

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