En la Venezuela dolarizada (informalmente), la hiperinflación ha desacelerado de forma significativa. En diciembre de 2020, hacer un mercado costaba casi seis veces más que en julio del mismo año. Ahora, en este primer semestre de 2021, el aumento de precios va “a paso de tortuga” en comparación con el semestre anterior: hacer la compra de alimentos esta primera semana de julio cuesta poco más del doble que al inicio de este 2021.
Este próximo mes de agosto, Venezuela cumplirá cuatro años del inicio del proceso hiperinflacionario, periodo que se ha caracterizado por la escasez de efectivo, la aparición de las divisas como moneda de cambio y la poca accesibilidad a bienes y servicios. Sin embargo, según cifras oficiales y observatorios, este proceso se ralentizó.
El pasado 8 de julio, el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) informó que la inflación cerró en 6,4% el pasado mes de junio, la cifra más baja desde que la economía del país entró en hiperinflación.
“La desaceleración de la tasa de inflación que se observó en junio va a durar lo que duren las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela (BCV). Este ha perdido 200 millones de dólares en lo que va de 2021, es decir, ha perdido 33,3 millones de dólares mensuales”, dijo el economista José Guerra, uno de los representantes del OVF.
De igual forma, los nuevos porcentajes son significativos si se comparan con lo vivido en años anteriores. En octubre de 2017, la firma Econométrica estimó que la inflación mensual fue del 50,6%; en mayo de 2018, el BCV reportó una hiperinflación del 110,30%, porcentaje que subió en enero de 2019 a 196,60%.
Aumentos menores
Efecto Cocuyo ha hecho seguimiento a estos cambios gracias a sus visitas semanales al mercado Guaicaipuro (municipio Libertador de Caracas). Por ejemplo, el incremento de los precios llegó a tal magnitud que con el dinero con el que se podía hacer un mercado a principios de 2019, se podían pagar 1.232 mercados en el 2018.
Desde entonces, la velocidad de los aumentos ha desacelerado de forma casi exponencial. Según cálculos realizados, con el dinero que se necesitaba para hacer un mercado al cierre del año 2020, se hacían 18 mercados en enero de 2020.
Hasta este viernes, 9 de julio, ¿cómo pinta el panorama de los aumentos? Si se hace la comparación con los precios de hace un año, hacer la compra de comida vale 19 veces más. Si se hace el cálculo con los montos de inicios de este año, el panorama es un poco más esperanzador: un mercado vale seis veces más que en enero de 2021.
Este primer semestre de 2021, el porcentaje de aumento más bajo en el lapso es del 14%, mientras que en el segundo semestre de 2020, el porcentaje más bajo es del 200%.
¿Concretamente, cómo se ven estos cambios? A continuación, algunos ejemplos. El pasado jueves, un kilo de pollo costaba 8.790.000 bolívares, casi el triple de lo que valía el 14 de enero de este año: 3.180.000 bolívares. Si se hace la comparación entre el precio del inicio y el final del segundo semestre de 2020, el cambio es mucho mayor: con lo que se podía comprar un kilo de pollo en diciembre, se podían pagar poco más de seis kilos y medio en julio.
Los vegetales pegan un salto
La diferencia de porcentajes también se puede ver en el costo de otras proteínas y de las frutas. En el primer semestre de 2021 el precio del kilo de carne molida aumentó 79% (de enero a julio), mientras que en el segundo semestre de 2020 (de julio a diciembre) su precio se quintuplicó.
En los primeros seis meses de 2021 el precio de la piña subió 14%, una diferencia notable en comparación con los últimos seis meses de 2020, cuando la subida fue del 700%. Es decir, la piña era ocho veces más costosa en diciembre que lo que costaba en julio.
Algunos alimentos mantienen altos sus porcentajes de aumento a pesar de la desaceleración de la inflación. El precio del kilo de pepino, berenjena y calabacín casi se triplicó en este primer semestre de 2021 (registró una subida del 192%). En el segundo semestre de 2020, el precio de estos vegetales se cuadruplicó.
Este escenario, la economía pareciera tener una oportunidad para recuperarse, pero no. Según el último informe Coyuntura Venezuela de junio 2021, la actividad económica crecerá 2% y la hiperinflación se mantendrá entre 2.000% y 2.500% durante 2021.
A pesar de lo anterior, no hay buenas noticias para la mayoría de la población, porque “la naturaleza de la crisis interna y la estructura del proceso productivo que se ha ido reconfigurando” no permiten disminuir “los muy altos niveles de pobreza” y, más bien, “profundizan la desigualdad”.
Con información de Efecto Cocuyo