Al entrar por la puerta principal de la UCLA, UPEL o Unexpo el panorama es desolador. Y es que en las grandes extensiones solo se puede observar pisos agrietados, techos con filtraciones y un sin fin de carencias que se atribuyen a los constantes robos y la falta de presupuesto para mantener la infraestructura y los equipos de las casas de estudio.

Las tres universidades y sus decanatos se han convertido en la boca del lobo, al parecer para los «dueños de lo ajeno», son la mejor opción para hacer de las suyas y desmantelar lo que poco a poco va quedando con el pasar del tiempo. Aires acondicionados, materiales de oficia e insumos para las practicas de los muchachos son su prioridad.

La falta de presupuesto para el mantenimiento de áreas tanto de teoría como para las prácticas de las distintas carreras hace que se cierren algunos espacios o simplemente los estudiantes se estén preparando solo con la teoría que se les imparte en las aulas de clases, muchas carentes de iluminación, porque en los salones seis de cada diez lámparas fluorescentes están sin bombillos, punto que se acentúa en el horario nocturno donde además de la falta de luminarias se unen los constantes apagones.

En los techos y las paredes también se puede ver como el agua ha dejado las marcas de las filtraciones, hasta el punto que pedazos de concreto caen al sueldo por la falta de inversión para hacerles el mantenimiento correspondiente.

Autoridades y estudiantes hacen de tripas corazón para mantener las tres principales universidades abiertas, ya que las partidas presupuestarias de 2020 las enviaron el año pasado por lo que las mismas están devaluadas por la galopante hiperinflación en la que vive Venezuela

Sin insumos

Las prácticas de laboratorio para comprobar alguna hipótesis y para que los estudiantes realicen experimentos se han venido abajo por la falta de herramientas e insumos. Por ejemplo en la UCLA los estudiantes dejan de ver practicas porque los espacios están inoperativos por los constaste robos.

«Los estudiantes deben llevar sus propios materiales, pero ahorita hasta los laboratorios de computación están sin funcionar porque robaron todos los equipos» fue lo que dijo Simón Urbina, miembro de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) y lo calificó como un retroceso para su educación porque no pueden realizar sus practicas.

En la Unexpo los docentes y estudiantes son los que colaboran con insumos para sus prácticas. Desde hace unos cinco años los laboratorios no reciben dotaciones y muchas de las herramientas ya se han dañado o las han robado.

Ni para limpiar

La falta de presupuesto ha golpeado tanto a la universidad hasta el punto que no cuentan ni quiera con materiales de limpieza para mantener la universidad. Frank Alvarado, secretario de reclamos del sindicato de obreros de la UPEL dijo «los obreros hacen lo que pueden, pero a veces no hay ni agua para los baños» hasta el punto que en esa universidad los baños tienen un letrero donde dice «no pase» pues no están operativos.

Lo mismo sucede en la UCLA y Unexpo, donde sus estudiantes y trabajadores no tienen como ir al baño porque no cuentan con agua por tubería. En la UCLA los mismos estudiantes deben pedir colaboraciones de cisternas, mientras que en la Unexpo esperan llegar hasta sus casas.

A eso se le suma que en ninguna de las universidades cuenta con bebederos y cada quien debe llevar su agua.

Con información de La Prensa de Lara

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