La inminencia de la reforma monetaria, con la que se eliminarán tres ceros a la moneda venezolana, ha paralizado la impresión de billetes en el contexto de una economía hiperinflacionaria.
El Banco Central de Venezuela no está imprimiendo billetes del cono monetario actual y, además, la hiperinflación diluye el valor de los que están circulando en la actualidad. Es por eso que no hay suficiente papel moneda. Se necesitan por lo menos 10 millardos de piezas para surtir al país.
La ausencia de billetes ha generado que los pensionados del Seguro Social no hayan podido cobrar en efectivo lo que les corresponde este mes. Es un problema estructural, hiperinflación y retardos en la impresión de papel moneda. La decisión del BCV de restringir la circulación del efectivo entre los jubilados fue improvisada y reflejó la falta de seriedad y la pésima política económica que ha llevado al país hacia la hiperinflación.
Cuando los venezolanos cobran, gastan el dinero de inmediato porque sabe que los precios de los alimentos se incrementan en poco tiempo, incluso en horas. Por eso ha aumentado mucho la velocidad de circulación del dinero. Se estima que todavía existe 30% de la población de Venezuela que no se encuentra bancarizada; esto la coloca al margen de los diferentes productos que ofrece la banca, forzando a estas personas a recurrir al uso del dinero en efectivo.
Con información de El Pitazo