Durante una visita al hospital Pablo Acosta Ortiz, ubicado en San Fernando de Apure, se pudo conocer que en este centro de salud actualmente se reportan cinco casos de desnutrición infantil. Además, que los padres de estos pacientes no cuentan con los recursos económicos para adquirir los suplementos ni medicamentos necesarios para enfrentar esta difícil situación.

La mayoría de las madres de estos niños en situación de riesgo son jóvenes, solas e inexpertas, con edades comprendidas entre 21 y 25 años. Además, se encuentran desempleadas o trabajan a destajo y tienen una carga familiar excesiva, ya que deben mantener entre dos y tres hijos más.

Extraoficialmente, miembros del personal de salud informaron que los casos de desnutrición en la entidad llanera van en aumento debido a la situación del país y a la falta de planificación familiar. Los niños recién nacidos y hasta los cinco años de edad, por lo general son los que presentan desnutrición severa.

Los pediatras aseguran que de cada diez pacientes que acuden a la consulta en este centro hospitalario, por lo menos dos o tres niños presentan desnutrición. En la actualidad, las madres apureñas alimentan a sus hijos con teteros elaborados a base de verduras y harinas, como berenjena, topochos y harina de maíz.

Las autoridades de este hospital militarizaron la zona para impedir la entrada de medicamentos y ayudas para los pacientes, situación que mantiene en zozobra tanto a los familiares como a los trabajadores del centro médico, quienes se abstienen de ofrecer información por temor a represalias.

La ciudadana Georsara Castillo, representante de una ONG en Apure, denunció que le impidieron el ingreso a estas instalaciones para llevar ayuda al niño Carlos Cadenas, quien tiene 11 meses y pesa 4 kilogramos. Sin embargo, está sumando esfuerzos para hacer posible esta obra.

“Solo me permitieron llegar hasta la puerta de la emergencia pediátrica. Sostuve una fuerte discusión con un trabajador de nombre Froilán Matute, quien me aseguró que el Gobierno estaba suministrándole comida, medicamentos e insumos al bebé. No pude hablar con los familiares porque los milicianos y reservistas me lo impidieron”, argumentó Castillo.

Adquirir suplementos alimenticios es misión imposible

Algunos nutricionistas de este centro de salud no solo recomiendan desparasitar a los infantes con medicinas adecuadas para tal fin, sino también suministrarles a los pacientes suplementos alimenticios de alto precio: cada no cuesta alrededor de 80.000 bolívares y cada uno alcanza para una semana.

Los especialistas en el área expresan que si la dieta de recuperación contempla, además de estos suplementos, jugo o leche, la duración del tratamiento es de 15 días. En sustitución de este suplemento, los especialistas en el área nutricional  sugieren usar leche, cereal, azúcar y aceite. Sin embargo, debido a la situación del país, para las familias apureñas es difícil adquirir tales suplementos y además comprar comida altamente nutritiva.

Con información de El Pitazo

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