Los efectos de la interrupción del servicio de energía eléctrica se extienden por los hospitales del Occidente del país. Tardanza en el funcionamiento de las plantas eléctricas de emergencia, unidades de diálisis y quirófanos limitados, intermitencia en el suministro de agua e inoperatividad de equipos fueron algunas de las consecuencias de los cortes de luz registrados entre el 18 de febrero y el 19 de febrero en los estados Táchira, Mérida y Zulia.
Una fuente del Hospital Central de San Cristóbal destacó que la planta eléctrica del centro de salud respondió y funcionó. En el área de emergencia pediátrica no había pacientes que necesitaran ventilación mecánica y hasta la tarde del miércoles no se había registrado ningún deceso en el servicio. Sin embargo, trabajadores temen que se acabe el combustible con el que funciona la planta.
El capítulo Táchira de la organización no gubernamental Médicos Unidos no había podido recibir información sobre el funcionamiento del Hospital Central de San Cristóbal. La ausencia de electricidad y de señal telefónica les había impedido comunicarse para constatar el estado de los principales hospitales de la capital.
“Hay un racionamiento inducido. Además hay problemas para llenar los tanques de los carros de combustible. El Colegio de Médicos tiene cinco días sin agua y está frente al Hospital Central de San Cristóbal. La semana pasada, el hospital duró tres días sin agua porque las bombas se dañaron”, dijo el médico fisiatra Omar Vergel, coordinador de Médicos Unidos Táchira.
“Se supone que los hospitales están en áreas priorizadas, pero en los últimos tres días se ha ido la luz en toda la ciudad y con la escasez de combustible para las plantas no está siendo posible mantener las plantas prendidas todo el tiempo”, dijo el médico Pedro Fernández, representante de Médicos Unidos Mérida.
El doctor destacó que los bajones de luz afectan a varios hospitales del estado Mérida, entre ellos el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), el hospital de El Vigía, y el hospital San José de Tovar.
“Hay máquinas de diálisis que no funcionan, quirófanos paralizados, hubo un aire acondicionado que se quemó por uno de los bajones y hay personas enfermas que usan concentradores de oxígeno o nebulizadores con terapias que no están cumpliendo”, dijo.
En el caso del Iahula, aseguró que la unidad de diálisis no estaba funcionando completamente.
La asociación civil Promoción, Educación y Defensa en Derechos Humanos (Promedehum), radicada en la ciudad de Mérida, reportó que había sectores con más de 30 horas sin luz en el área metropolitana de Mérida y los municipios Campo Elías, Libertador y Santos Marquina e informó sobre los efectos del corte de luz.
“En el hospital universitario, desde ayer a las 11:30 de la mañana hasta hoy a las 8 am se había quedado sin servicio eléctrico varias veces, y las enfermeras aplicaban ambu, respiración artificial por bomba manual, porque no funcionaban los equipos de oxígeno”, indicó Rigoberto Lobo, director general de Promedehum, a Efecto Cocuyo.
El representante de la asociación civil señaló que en el Hospital Universitario de Los Andes, centro de salud de referencia en el occidente del país, la afluencia es mayor en situaciones de emergencia debido a que los hospitales más pequeños no cuentan con plantas generadoras de electricidad.
“La planta eléctrica no cubre todo el hospital, pero además hay un lapso de espera desde cuando se va la luz y cuando arranca la planta, por lo que las personas que necesitan ventilación mecánica pueden morir. Las enfermeras estaban desesperadas usando ambu (respirador manual) en la emergencia”, añadió.
Lobo resaltó que entre martes y miércoles, el sector El Encanto, en la avenida Urdaneta de Mérida, pasaron 19 horas sin luz. Allí están ubicados el Centro de Atención Médica Integral de la Universidad de Los Andes (Camiula), ocho clínicas, tres laboratorios, cuatro planteles educativos, la sede del Colegio de Médicos, una casa hogar e incluso el Aeropuerto Nacional Alberto Carnevalli.
El estado Zulia, limítrofe con Colombia, también se vio afectado por los cortes eléctricos registrados entre el 18 y el 19 de febrero. La intermitencia del servicio de energía eléctrica en la ciudad de Maracaibo incidió en la operatividad del Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (Sahum).
“Ha funcionado con la planta eléctrica, pero cuando arranca solo le da electricidad a la parte crítica de la emergencia, cuidados intensivos y la unidad donde se realizan las diálisis”, dijo la doctora Dora Colmenares, médico del hospital y representante del Colegio de Médicos del estado Zulia.
Colmenares aseguró que las intervenciones quirúrgicas también se ven afectadas cuando el servicio eléctrico se interrumpe, aunque destacó que el mismo deterioro del hospital mantiene los quirófanos prácticamente “paralizados”.
“Solo funciona un pabellón en la emergencia del hospital universitario y en el área de cirugías electivas solo funcionan tres pabellones de un total de 20”, añadió, al tiempo que destacó que también padecen déficit de insumos y fallas en el suministro de agua.
La crisis eléctrica en Venezuela se agudizó en los últimos meses. Según el último boletín de la Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), correspondiente al cierre de 2019, 63 % de los hospitales estudiados reportaron fallas eléctricas durante el año 2019, mientras que 78 % registró problemas en el suministro de agua durante 2019.
Con información de Efecto Cocuyo